Con aproximadamente 18 años de trayectoria sobre los escenarios, Bane, una de las todavía pocas bandas emblema del hardcore punk, pisó por primera vez, y muy probablemente última, la ciudad de México. La presentación se llevó a cabo en el ya tradicional Foro Alicia, espacio icónico de actos underground, en donde nos demostraron el poderío de su propuesta y filosofía, con la cual se han logrado consagrar como uno de los pioneros activos más importantes dentro de la escena hardcore a nivel mundial.
La noche de estos veteranos del punk dio inicio acompañada por la banda de hardcore nacional Última Víctima, quienes con todavía un reducido público, tomaron las riendas del Alicia con una potencia revolucionada que generó entre los presentes una expectativa que progresaría a través de las hordas de aplastantes riffs y masivos tarolazos.
Inmediatamente, Cruel Hand hizo lo suyo, quienes junto a Bane, venían embarcados en un tour que comenzó el pasado mes de febrero y que tenía a la ciudad de México como última parada. Los oriundos de Maine hicieron retumbar el foro e invocaron un ineludible circle pit en el cual como de costumbre, los puñetazos, patadas voladoras y las estampidas desenfrenadas dieron atropello a uno que otro que probó el suelo.
El último y tan esperado turno de Bane, llegó. De verdad es indescriptible el tamaño, la devoción y la entrega de esta y por esta banda, hardcore punk del más puro. Cabe mencionar que la alineación original no estuvo presente, un par de miembros de Cruel Hand fueron los encargados de llenar los espacios vacíos en el bajo y la batería.
La sola presencia de Aaron Bedard al entrar al escenario encendió casi de inmediato al público expectante y enseguida, comenzaron los primeros redobles de batería de “Superhero”, seguido por “Ali vs Frazier” y “Woulda Coulda Shoulda”.“Swan Song” desató un denso mosh pit y la entrega del público se manifestó fundiendo gargantas de la mano de Bedard.
Las últimas canciones fueron auténticas bombas que explotaron en el espíritu de los fans, quienes inundaron el escenario al comienzo de “Count Me Out” cerrando con “Can We Start Again” con una energía propia de provocaciones desbordadas que sólo Bane podría volver a repetir.
Una gran despedida por parte de la mítica banda de Massachusetts que surgió como un proyecto alterno de Aaron Dalbec y Aaron Dedard, quienes construyeron esta agrupación que logró consolidarse como una verdadera banda de culto.
Para los que nunca habíamos tenido la privilegiada oportunidad de verlos en vivo con anterioridad, fue sin duda una sensación encontrada de euforia y nostalgia por la alegría de haber presenciado probablemente la única vez que la leyenda de Bane, pasó por México.
