6
Virgin Records / 2016
19/Oct/2016
Ya sean los papás que viven a través de sus hijos sin importarles los deseos de los mismos, la típica pareja que te quiere cambiar o los fanáticos con sus ídolos, la gente tiende a generar expectativas de las personas y, aunque a veces lo hacen con buenas intenciones, estas ilusiones tienden a afectar su desempeño y les genera preocupación de no poder cumplir con ellas.
Aunque a veces por la idolatría y admiración que sentimos por nuestros músicos favoritos no lo vemos, la presión también los afecta muchas veces. Sobre todo en casos como el del conjunto londinense, Bastille, agrupación que seguramente no imaginaba tener la convocatoria que tuvo con su primer material, Bad Blood, especialmente con su sencillo, “Pompeii”.
En Wild World, su más reciente material, se puede apreciar el efecto de la presión en los británicos por cumplir con las expectativas de sus millones de fanáticos y superar el reto del segundo álbum. Reto que, se podría decir que queda pospuesto pues, aunque el material no es malo, suena como una extensión del disco pasado y retomaron las fórmulas que han funcionado en la música mainstream en los últimos años, desde Tove Lo, y One Republic, hasta Rihanna, Sam Smith y Jack Ü.
Se distingue la influencia de la escena del EDM y el pop actual. El disco está integrado por canciones pegajosas, melodías suaves y dulces, y múltiples referencias a la cultura pop, estas últimas, por lo general, al inicio de las canciones con intros que simulan a un locutor de televisión o radio.
Destacan “Good Grief”, el sencillo que hemos escuchado desde hace algún tiempo en la radio; “The Currents” con un inicio a lo Disclosure y la combinación de distorsiones con beats pegajosos; “Warmth”, un synth pop setentero con un toque de funk; “Send them off!”, un track bailable con un intro que recuerda a “Flash Gordon” de Queen; “Winter of Youth”, canción que habla sobre la edad y “Way Beyond”, canción que por momentos recuerda a Kanye West y que denota la influencia del hip hop.
En resumen, Bastille ha creado un buen disco pop, que sin duda le gustará a todo aquel que lo escuche, pero que no generará recordación en la cabeza de los melómanos. El material está bien producido y planeado, además de que por momentos se logra percibir el talento que, sin duda, tiene Bastille. Sin embargo, les falta arriesgarse, olvidarse por un momento de lo que espera el medio de ellos y divertirse un poco más.
8
Mom + Pop / 2016
18/Oct/2016
La segunda entrega del trío Jagwar Ma mantiene e incluso mejora la buena impresión que dejó el primero, Howlin. Esta vez, los australianos se arriesgan con nuevos elementos que a veces podrían parecer extravagantes y sin embargo, funcionan dentro del mundo electrónico permeado por la psicodelia que es Every Now & Then.
Este trip comienza con “Falling”, una pieza instrumental que en primera instancia podría ser un acto improvisado en uno de sus conciertos, pero que aquí funge como una apertura a lo inesperado. “Say What You Feel” se siente completamente alejado de lo que conocemos del trío, e incluso se presenta como una pieza bastante fresa que raya en el estilo de Capital Cities sin asombrar.
La pequeña decepción se desvanece cuando “Loose Ends” cae con beats tribales que en definitiva provocan un movimiento de cabeza involuntario. Se entiende completamente por qué una de sus líneas le da nombre al disco: “Every now and then, I gotta get up”. El ascenso de ritmo continúa con “Give Me A Reason” y “Ordinary”, las cuales te van llevando juguetonamente de la mano para que explotes en energía y baile.
El uso de un hip hop accesible y fresco sobresale en “Batter Up”, que si bien no conecta completamente con las anteriores, mantiene la atención y da un momento de calma sin perder la esencia. Mientras tanto, en el ya conocido sencillo “OB1” se luce la voz de Gabriel Winterfield y la batería de Stella Mozgawa de Warpaint.
Después de estos estallidos de dance, el concepto cambia a un sonido donde es la psicodelia la que prevalece. “Slipping” resulta intrigante y con un estilo más apegado a Tame Impala. Mientras que “High Rotations” se sustenta de una agresividad que en lo visual podría representarse con una escena de procesos industriales en la película Metrópolis de Fitz Lang.
El final de este vuelo es completamente acertado con “Colours Of Paradise”: un simple house que une la frescura de la primera mitad del álbum con la psicodelia de las canciones finales. Every Now & Then mantiene lo mejor de Howlin mientras le da la oportunidad a Jagwar Ma de experimentar y descubrir el que será su sonido característico.
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