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Entrevista con Kali Uchis

Entrevista con Kali Uchis

Kali y su paraíso prometido.

Te levantas de mañana, te desperezas, sales a correr, regresas, preparas el desayuno, tomas una ducha, escoges tu outfit y te alistas para salir como cualquier otro día. Pero hay una diferencia esencial: debes de hacer una llamada hasta Texas para hablar con Kali Uchis, la reina colombiana que está abriendo panoramas en la industria musical en Estados Unidos. La conexión falla un par de ocasiones, no contestan tu llamada, entras en pánico, esperas unos minutos y vuelves a intentar… la línea da tono y contesta una voz casi de niña: “Aló…”.

Para hablar de Kali Uchis tenemos que decir muchas cosas antes. Tenemos que mencionar a Colombia de los 60 y 70, de la música actual, del empoderamiento de las minorías, del feminismo, del sueño americano, de Latinoamérica y de moda ¿por qué no?… “and so on, and so on”. Por eso en esta ocasión preferí llevar la conversación a un punto más personal y descubrir qué está detrás de aquella poderosa mujer que sobre el escenario hace que el público se derrita a su ritmo.

Empezamos con las preguntas obligadas, hablamos acerca de su nuevo disco, de sus planes a futuro en su carrera, de su próxima visita a México y demás temas que estoy casi seguro la tenían un poco cansada esa mañana. Sobre su disco Fools Paradise próximo a estrenarse prefirió no dar muchos detalles, pero nos dijo. “Estoy trabajando duro, solo estoy tratando de prepararme para que mi álbum pegue duro… es todo” y adelantó que consta de tracks en inglés y español (agradable sorpresa para quienes disfrutamos su cover de “Sabor a Mí”). Referente a sus planes a futuro mencionó que ha estado trabajando tanto en el nuevo disco que poco se ha ocupado de otros temas, pero que tiene pensado hacer una gira tan pronto como su nuevo material salga y México está dentro de su mente.

Kali es una chica que ha logrado mucho en, relativamente, poco tiempo. Orgullosa de sus raíces y comparada (no podría ser más justo) con Amy Winehouse o Lana Del Rey me contaba, como lo ha dicho en entrevistas anteriores, que solía saltarse clases en la highschool para practicar música, para cantar, para escribir… pero ser artista nunca formó parte de sus metas. “Solo llevo tres años cantando, pero haciendo música mucho más. Esto no era mi sueño, mi sueño era otro, es una cosa que me sucedió ¿sabes? Yo no buscaba ser famosa y dedicarme a ser cantante”, y quizá eso ha permeado en la manera en la que su trabajo se gesta, pues no es la clásica artista que se sienta a escribir, no tiene un horario y no quiere tenerlo. “Tengo que sentirme bien y All of a Sudden it Pops Up Into My Head, pero no tiene fórmula la música para mí, es como Going With The Flow. Escribo lo que estoy pensando... I’m an over thinker, una cosa que a la gente le parece una cosa, a mí me parecen cinco cosas, seis cosas, 10, 20 cosas más y por eso escribo, porque me gusta poner eso en el papel para tratar de entender la vida y a las personas”. Sus letras se caracterizan por salir del estándar, no busca crear la canción más chessy y empalagosa acerca del chico que le gusta, ni pretende llamar a una fiesta en sus letras; por el contrario, la poesía de sus canciones llega a ella mientras camina y deambula por las calles de Virginia. “Es como muy natural, del corazón. No busco escribir acerca de algo en específico es como que algo me conmueve y tengo que sentarme a escribir en ese momento”.

Conforme la entrevista continuaba me sentía nervioso, nos habían autorizado solo 15 minutos por teléfono y estábamos llegando al límite, pero a Karly Loaiza esto parecía traerla sin problemas y con su característico acento, ya mucho más cómoda, me contaba anécdotas de su vida, su día a día y las experiencias que a sus 23 años parecen el sueño de cualquier artista consagrado. Trabajar con Tyler The Creator, Kaytranada, BADBADNOTGOOD, Jorja Smith, Gorillaz y Daniel Caesar son quizá las más notorias (sin mencionar su más reciente sencillo “Nuestro Planeta” en el que trabajó con Reykon), pero esto no es algo que le haga perder los pies del suelo a la colombiana. “La verdad fue incómodo, porque cada quién es diferente. Tienes que adaptarte a cómo trabajan ellos, son muchas relaciones muy diferentes con cada quien, pero fue una experiencia única y me hizo mantenerme humilde”. Con sinceridad también admitió que le gusta trabajar con gente real y por ello decidió trabajar con el reggaetonero Reykon. “Siempre me ha gustado el reggaeton, pero nadie en Virginia hace reggaeton y no quería hacer algo así con alguien que no fuera real, así que cuando se presentó la oportunidad de trabajar con él, no lo dudé. No quería terminar haciendo reggaeton con un tipo alemán que solo lo hace porque está on top ¿sabes?”.

Saltando del español al inglés y usando slang característico del spanglish, explicó porqué la mayoría de sus canciones están en su segunda lengua. “Me gusta hacer como spanglish, me siento muy cómoda y me es más fácil escribir en inglés. Llevo casi toda mi vida hablándolo so its easier for me to think and write in english”.

Para una artista que no quería ser artista la manera en la que su música afecta a la gente es un aliciente que la ayuda a acercarse a las personas. “Me pongo muy feliz cuando conozco a la gente que le importa mi música; no era mi motivación o mi meta, no era como 'Voy a hacer música para el mundo' era solo como let out my feelings” y agregó que “Hacer sonreír a la gente makes me feel grateful. La gente no entiende que cada persona está en su mundo, una sonrisa o un cumplido puede cambiar a esa persona y las vidas que están alrededor de esa persona and so on, and so on, porque el poder de la música puede ser algo medicinal. No empecé a hacer música por eso, pero ahora que lo hago veo lo que puedo hacer con ella”.

Una mujer fuerte e inagotable, pero sensible, perfeccionista y cariñosa se dejaba entrever en cada palabra. Me contó que siempre ha querido “trabajar con los niños, con los animales… algo que me importe, ver a la gente y conectar con ellos” y me aclaró que para ella “ser famosa no es ser real, ser cantante es solo una máscara y no me define. Lo único que importa es ser feliz, to have a purpose and be honest!”.

Pasa sus días hablando con su gato, lee, hace meditación, gusta de estar en la naturaleza y escribir como si le escribiera a Dios. Quizá ese sea su paraíso.

Terminamos bromeando acerca de tomar un café y hablar en persona, le agradecí de corazón su honestidad y ella agradeció el tiempo. Tal vez me enamoré de su manera de ver las cosas, pero esa es otra historia que no cabe en este artículo.