Los sonidos son parte fundamental de la Cumbre Tajín, por lo que se crearon talleres que permiten a las personas conectar con su parte divina. Los instrumentos de percusión son la herramienta perfecta para crear un puente entre el mundo físico y el espiritual, y gracias a que el sonido de los tambores se asemeja a los latidos del corazón, los seres humanos podemos conocer nuestra parte eterna en Tamborama, un taller mágico que surgió de la experiencia de aprendices y maestros que notaron que el tambor no sólo sirve para entretener y relajar el cuerpo, sino que limpia la mente y purifica el alma.

Mo se enamoró de las percusiones desde edad temprana en su natal Argentina. El tambor y él estaban destinados a comunicar mensajes de esperanza y amor, por lo que años más tarde, gracias a la carpintería y encargos de amigos, Mo comenzó a construir varios de estos fascinantes instrumentos. “El tambor trae su propio espíritu. El espíritu del tambor logra conectarse contigo y luego hacer que los produzcas”, comentó el maestro.

El don de Mo, al igual que el del tambor, es el de la comunicación, por ello se dedica a crear puentes entre dos mundos: sesiones de media hora, en la que varias personas se sientan en círculo y son dirigidas por el maestro para tocar sencillos ritmos en el tambor. Los participantes se olvidan de sus problemas gracias a que cantan, mandan buena vibra, ríen, bailan, se conectan en una frecuencia de amor, y abren la puerta que lleva a la creatividad en su estado más puro. “Te permite hacer un break en algo que te esta sucediendo y cuando regresas a tu vida cotidiana, tienes una nueva perspectiva y puedes solucionar un problema”, expresó Mo.

Tamborama es una de las actividades obligadas en una visita a Cumbre Tajín. Es una experiencia inolvidable y bastante

enriquecedora. “Cuando tocamos tambor, nos emocionamos tanto, porque estamos conectando con la parte arquetípica nuestra”, compartió el artista. Una vez que pruebas el ritmo de la tierra en el tambor, querrás regresar por más.

La agrupación mexicana Funker inició el tercer día de conciertos en el Nicho de la Música de la Cumbre Tajín. A pesar de ser poco conocida, su sonido fue gratamente aceptado por el público que desde el inicio se mostró con ganas de fiesta. Jesús Bustamante, vocalista de la banda, se mostró como un talento al que habrá que seguir, pues la frescura del sonido de la banda resulta una buena noticia para la escena musical mexicana.

Para el momento en que Los Amigos Invisibles subieron al escenario, el público ya se había aglomerado para bailar con sus alegres ritmos. El primero en aparecer fue Mauricio Arcas tras las percusiones; enseguida, el resto de la banda se colocó en posición y deleitó con sus enérgicas improvisaciones. Los venezolanos se apoderaron del escenario y con su inigualable carisma, convirtieron el recinto en una fiesta en la que los ritmos latinos fueron estelares.

El setlist fue bastante variado: pasando por temas de antaño hasta el material más reciente, la banda liderada por Julio Briseño hizo que los espectadores cantaran y se dejaran de llevar por su alegre y ecléctica mezcla de funk, jazz, salsa, merengue, y disco. “Ultra Funk”, “Love”, “Mentiras” y “En Cuatro”, fueron algunos de los temas interpretados, no obstante, estos panas debían sacar su lado humorístico, por lo que interpretaron el clásico “Oh, oh, oh, ilari, larie” de Xuxa.

Por fin llegó el turno de Fobia o lo que queda de la banda: Paco Huidobro y Leonardo de Lozanne.  Ambos volvían a Tajín luego de su presentación hace media década. Durante el concierto quedó demostrado que aunque a algunos les moleste y a pesar de su carrera paralela como chico Televisa, Leonardo es un vocalista que aún desata pasiones. Con un look que incluía sombrero, de Lozanne cantó clásicos como “Veneno Vil” y “Microbito” que fueron coreadas aún por los que criticaban la presencia de la banda.

Pero no sólo Leonardo se llevó el amor del público, también Huidobro quien recibió una enorme ovación cuando su compañero de banda lo presentó. También sonaron  “Me siento vivo”, “Hoy tengo miedo” y “Revolución” durante la cual hicieron un llamado a la paz.

Minutos después, desde Buenos Aires llegó el dúo de hip-hop/funk/rock más querido en América Latina: Illya Kuryaki & The Valderramas. Sus rimas resonaron por todos los espacios de la cumbre, contagiando al público de su energía. El momento más emotivo fue durante la interpretación de “Águila Amarilla”, tema dedicado al padre de Dante, el gran músico Luis Alberto Spinetta. “Padre mío que estás en el cielo, llegado el momento te abrazaré de nuevo. Un águila amarilla de su lágrima salió volando...”, interpretó el artista.

Después de una increíble mezcla de rimas y solos de guitarra, Emmanuel y Dante se despidieron con el tema “Coolo” y cuando todos creyeron que se iban sin interpretar la rola más querida, se escucharon las primeras rimas de “Abarajame”. Enseguida se despidieron agradeciendo al pueblo de Veracruz y a los abuelos por esta magnífica celebración.

Finalmente llegó el plato fuerte: Los Babasónicos cuyo líder, Adrián Dárgelos, invitó al público a dar un grito que “hiciera temblar las pirámides”. También agradecieron por estar en lo que llamaron “uno de los festivales más bonitos” para después tocar rolas como “Putita” y “La Lanza”. El solo de guitarra de Mariano Roger fue uno de los highlights al igual que el aplauso del público que obligó a la banda a salir a tocar más para despedirse con un encore en el que mezclaron “Carismático” con “LaYegua”.