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Placebo — Never Let Me Go

8

Placebo
Never Let Me Go

SO Recordings / 2022

Artista(s)

Placebo

Recalibrando y deconstruyendo el discurso de una banda que busca puntualizar en los tiempos modernos: say everything and nothing. ¡La etapa de el Nancy Boy quedó en el pasado!

“The sense of losing your place in the world” . . . Brian Molko

Rock is back?

Y resuena “Bosco” que entre la melancolía de sus cuerdas abraza la vulnerabilidad de Molko quien no hace poco más que proclamar el afecto que siente hacia esa persona que le ha dado todo. Casi siete minutos acogen a esta pista que culmina con Loud Like Love (2013) el último disco de PlaceboIs the band's end? ¿No? ¡No!

Placebo_2022

***

Han pasado ocho años desde aquella vez que Placebo presentó su última producción discográfica y cinco años desde la vez de A Place For Us To Dream (2016); su álbum compilatiorio que fungió como ese parteaguas para despedirse temporalmente de la industria musical.

El descanso de la banda era necesario. Existía una gran presión por parte de Universal Music para embarcarse en una gira retrospectiva y por supuesto, materialista. Su papel era producir ¿A qué costo? Realmente lo único que consiguieron en ese entonces fue una tonelada de inseguridades personales y sobre todo, una crisis en el proyecto. La frase “no deberíamos continuar”, se repitió una infinidad de veces a lo largo de este doloroso proceso en donde se cuestionaba el continuar, o tirarlo todo por la borda. “Comencé a sentirme bastante desilusionado con la banda y lo que estábamos haciendo”, explicó Stefan Olsdal.

No obstante, la insistente y llameante cabeza de Brian Molko provocó que durante sus noches de insomnio construyera la posibilidad de seguir creando aunque tuviera que empezar de cero. De esta manera comenzó lo que el mismo frontman denomina como la “deconstrucción de su proceso tradicional de composición”, que finalmente aterriza en nuevos sonidos, en nuevas texturas; en Never Let Me Go.

Placebo culminó este álbum antes de la pandemia y pensaban emprender una gira promocional que lamentablemente no sucedió debido a los acontecimientos del Covid-19. Sin embargo, la banda aguardó hasta el momento indicado para lanzar este material devastador que finalmente llega de la mano de SO Recordings.

“Este álbum es realmente diferente, por las circunstancias. Previamente esperamos tres meses en el estudio solo tocando, viendo lo que sucedía, construyendo canciones muy orgánicas. Durante el proceso construimos el aprendizaje; todo el tiempo. Aprendimos a tocar, porque son muchas capas, muchas texturas, son demasiados sonidos. Este proceso es como una traducción; es aprender de las canciones básicamente”, comentó Brian Molko.

Brian Molko

Riots and angry music

“Forever Chemicals” da inicio a esta producción con sonidos eléctricos, experimentales, chirriantes y pesados. Hay notas y texturas conocidas y a la vez tan ajenas. La instrumentación pesada apenas consigue hacer un guiño a su segundo LP, sin embargo; inmediatamente la banda nos prohibe buscar referencias. La inauguración de esta etapa te eriza la piel. Es una pista emocional que habla sobre la policía y su “gran poder”; algo relacionado al Black Lives Matter. La policía pretende ser alguien que no es, llegando, lamentablemente, a la pérdida de vidas por el abuso del poder. This is a strong machine.

“Everybody lies one hundred times a day”

Posteriormente “Beautiful James” se defiende como lo que es, una pista explosiva y perfecta con un toque de sintetizadores que si bien, no son ajenos a la banda, si los han perfeccionado. Una canción que el mismo Stefan define como “a little piano melody”; que entre sus líneas habla sobre la sexualidad, acercándonos nuevamente a un lado vulnerable de Molko donde lo único que pretende es construir un refugio para que la gente se encuentre consigo misma. En sus palabras, este segundo track ofrece “seguridad y buena conexión”, pero por otro lado y -bajo su ya tradicional personalidad- afirma que si la canción te irrita ¡Que así sea! “Sigue siendo imperativo para mí que cada oyente descubra su propia historia personal dentro de ella: realmente no quiero decirle cómo debe sentirse”.

Y mientras tu cabeza atraviesa un momento crucial, “Hugz”, hace lo suyo ofreciendo al escucha notas explosivas. Una pista rápida cargada de una instrumentación ya conocida pero con actitud; es electrizante, caótica y a su vez, liberadora, brutal y enérgica. El break que tanto necesitas para rebuscar la confianza en ti mismo.

El mentor y la lección de vida

Si hasta el momento ya te sentías abrumado, “Happy Birthday in the Sky” llega para llenarte de dolor. Esta es una de las pistas más poderosas, honestas, viscerales y desgarradoras del álbum. Es una metáfora de aquellos “sueños arquitectónicos y conceptuales”; una carta a aquellos de los que tanto se ha aprendido; David Bowie, por ejemplo. “David Bowie fue un mentor y lo es hasta hoy en día. Tuve una buena relación con él. Me enseñó cómo ser una mejor persona”, declaró Molko.

Posterior a ello llega “The Prodigal”, una de las mejores canciones del disco donde las cuerdas dan inicio a esta fina y poderosa armonía envuelta por violines; lo que bien sería como su propia y cinematográfica versión de “Where is my mind?” de Pixies. Y mientras Placebo te ofrece cierta libertad, inmediatamente te cuestiona si alguna vez has sentido invadida tu privacidad o viceversa. “Surrounded By Spies” es una continuación brutal repleta de baterías, líneas repetitivas y silencios incómodos que ofrecen esa mirada a través de las cámaras. ¿Dónde, cómo y cuándo se pierde la privacidad? ¿Está bien mostrar al mundo todo lo que haces?

La madre naturaleza se cansó de nosotros, lo sabemos pero ¿Es posible hacer algo ahora? “Try Better Next Time”, es -en palabras del vocalista-, “un canto de disolución y decepción a la humanidad”. ¡Suerte para la próxima!

Si creíste que en Never Let Me Go encontrarías respuestas y/o soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos actualmente, lamento decirte que estás perdiendo tu tiempo. El disco no ofrece nada de ello, solamente da una clara visión con aires de reflexión sobre lo que tanto nos compete como habitantes del mundo. Una vez más Brian y Stefan se animan a musicalizar los descontentos y los temas tabúes. Una vez más serán el centro de atención, sin embargo, ahora será diferente porque todo será ambiguo y cargado de ruido, mucho ruido. Tan solo basta mirar la campaña visual distorsionada, unificada en colores y una sobredosis de contaminación (de todo tipo) cortesía de Mads Perch; un discurso elaborado sobre la saturación tecnológica y las catástrofes naturales. 

***

El álbum continúa su reproducción con “Sad White Reggae”; una sorpresa, electrizante que nació durante una noche de insomnio. Por su parte, “Twin Demons” se mantiene a flote gracias a los constantes riffs de guitarra y el latente bajo. La voz se escucha distorsionada haciendo una alusión a aquello que tanto ruido te hace en la cabeza.

Aprende de tus errores y despídete

El cierre del álbum se divide en dos momentos. El primero, -el no oficial-, se manifiesta al ritmo de “Chemtrails” en donde los sintetizadores entran con mucha potencia acomodados con la instrumentación oscura de la banda. ¡El rock alternativo está de vuelta!

“This Is What You Wanted” se desarrolla a través de las finas teclas del piano, cautivando por su emotividad y preparándote para lo que se avecina; un “Went Missing” que ofrece un aire psych instrumental elegante y lo suficientemente inquietante.

Stefan Olsdal

Finalmente, y a manera de anti “Fix You” de Coldplay, Placebo revela “Fix Yourself”, una pista calma, pero misteriosa con un final inesperado. La textura es contrastante a la del inicio, no obstante, ofrece un final digno a dicha producción.

Never Let Me Go no solo significa el regreso de Placebo, sino un reencuentro con el proceso de explorar la voz interior de los integrantes. Honestamente, el disco ofrece un sonido diferente a lo que la banda era hace ocho años y por supuesto, uno más edificado que hace 25 años. En cada pista se lee entre líneas la capacidad de aprender durante el proceso de crear, se escucha la voz de la autoexigencia, la persistencia y la libertad de experimentar; un último y crudo vistazo al mundo antes del fin de la humanidad.