8
Domino / 2023
31/Ene/2023
A los 80 años de edad –cumplidos hace unos meses–, John Cale prefiere ser el segundo tipo de octogenario y vuelve a mostrar toda esa vitalidad musical en su más reciente álbum, MERCY (Domino, 2023). Este es el trabajo número 17 en su discografía, además de un esperado retorno, ya que estuvo más de una década sin presentarnos nuevo material.
Y es que, a estas alturas de la vida, el ex The Velvet Underground parece no querer apresurar ni forzar ningún proceso de composición. Se toma su tiempo (pasaron once años desde Shifty Adventures In Nookie Wood, del 2012) y elige bien con quién trabajar. Esto último lo deduzco a partir de la inmejorable lista de invitados que lo ayudaron a concretar esta producción: Weyes Blood, Animal Collective, Actress, Laurel Halo, Tei Shi, Fat White Family y Sylvan Esso. De hecho, cualquiera de ellos podría tomarle la posta del art rock refinado y de la electrónica bien calibrada.
Sin embargo, ninguno de estos nombres significativos logró opacarlo en la hora y once minutos que dura el álbum. Cale siempre aparece en primer plano y con luz propia dentro de un entorno oscurecido por su propia música, en la cual confluyen el pop de cámara, el dark wave, el dream pop, el R&B y el industrial. Esos son algunos de los tantos matices sonoros que están presentes en las doce canciones del disco.
El punto aparte está en el concepto detrás de las letras. Según ha explicado el propio artista, MERCY parte de la necesidad de contar nuestra historia contemporánea y su decadencia. Los tópicos: Trump, la pandemia del Covid, el cambio climático, la creciente ultraderecha, el Brexit. Cada uno de estos malestares mundiales del día a día, confesó, resuena de manera sutil en los versos del álbum; no como una crítica abierta, sino a partir de reflexiones personales.
Por ejemplo, en la fantástica “STORY OF BLOOD”, Cale canta junto a Natalie Mering (Weyes Blood) sobre la alienación y la necesidad de conectarnos con la realidad: “Mueve tu alma, mueve tu alma / Se mueve por todas partes, se mueve alrededor, te hace caer”. En “NIGHT CRAWLING”, evoca su célebre pasado (el videoclip animado donde recuerda a David Bowie y al Nueva York de los años 70 es conmovedor) y encaja un mensaje central en las estrofas: “Me pides que diga cómo nuestras vidas serian diferentes hoy / Piensa en cómo te sientes y la forma en que vives hoy”.
Finalmente, en la canción que da nombre al álbum, “MERCY”, el músico pide tregua a la humanidad mientras Laurel Halo le va creando un espacio seguro desde el ambient y el avant-pop. John Cale llega a la recta final de su carrera con este nuevo impulso creativo, pero sobre todo con nuevas perspectivas: en entrevista con Billboard dijo que este trabajo es su homenaje particular a la misericordia. “Creo que me mantuve alejado de ella. Le presté atención y le rendí tributo”, añadió. A los 80 años de edad, el icono sigue musicalizando estas lecciones de la vida.
7
Cooking Vinyl / 2023
25/Ene/2023
El icónico grupo de electropop Ladytron, lanza su séptimo álbum de estudio, Time´s Arrow, a través del sello Cooking Vinyl. Este material marca su regreso luego de cuatro años, con su aclamado homónimo Ladytron (2019) que también era una vuelta después de un receso de casi una década, además, tuvieron el redescubrimiento de algunos sencillos, gracias a los pequeños clips musicalizados de redes sociales.
Time´s Arrow es un disco que apela a lo mejor que saben hacer los de Liverpool; crear piezas con cajas rítmicas, sintetizadores, voces oníricas, todo combinado de manera exacta, con la precisión de una máquina o por la experiencia que te pueden dar más de 20 años de carrera. Eso lo decides tú. Con momentos como “Faces” el más destacado de los sencillos promocionales, que logra sintetizar, nunca mejor dicho, la esencia electropop que se busca plasmar en el disco, en la que se explora la vertiente más sobria del género. Tema de pista de baile de algún club nocturno escondido en un sótano.
Por otro lado, “Flight from Angkor” tiene una estructura más compleja, entran en juego más elementos musicales; creando beats más ricos e instrumentales mejor logrados y una lírica que pretende ser más profunda. Siendo una puerta que se deja abierta para una mejor ocasión. Mientras que “We Never Went Away” sigue la línea de la primera parte del material, pero a una velocidad distinta, con un ritmo menor pero mucho más estable, tirando por sonidos más de dreampop, o incluso ambient, un momento reflexivo que se permite el grupo.
Continua por este camino “The Dreamers” que, si bien ya nos encontrábamos con beats lentos, esta canción apuesta por bajar la velocidad aún más, en combinación con su letra logran el momento cinematográfico del disco. Por último, destacar “Time´s Arrow”, track que da título al material y un gran cierre al mismo, es la obscuridad que permite brillar a las luces neón con las que inició, un contraste necesario que deja escuchar las distintas capas que lo componen. En conclusión, es un buen disco, sin muchas pretensiones, que no revolucionará el género, pero que lo sabe tratar con delicadeza, y ese puede ser su principal valor, ya que el electropop suele ser bastante maltratado. Ladytron lo logra principalmente, porque evita los clichés, salvando el volverse una caricatura o una mala imitación. El grupo nunca ha tenido como meta el copiar ese sonido, sino que lo han tomado como influencia, mezclándolo y moldeándolo a su manera, permitiéndoles en cada álbum volver a lo básico.
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