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Fin de semana en Coachella 2015

Fin de semana en Coachella 2015

El primer fin de semana de Coachella 2015 se caracterizó por la buena vibra.

Aunque hacía mucho calor, la gente estaba entera y las chicas glamorosas, gracias a sus outfits inspirados en su celebridad favorita. La mayoría presumían sus abdómenes marcados y piernas bronceadas.

Para empezar las actividades, una de las mejores opciones era The Ghost of a Saber Tooth Tiger, la banda de Sean Lennon, que tocó al mediodía cuando la gente apenas comenzaba a entrar al festival. Actos como George Ezra o los adorables Angus & Julia continuaron con la labor de calentar los distintos escenarios, pero fue hasta que tocó Azealia Banks que la fiesta realmente estalló.

A la cantante la siguió The War on Drugs, una de las bandas más esperadas del festival gracias a canciones como “Burning” y “Red Eyes”. Para inaugurar la noche, Lykke Li se apoderó del escenario Mojave demostrando que no se necesita ser una rubia semidesnuda para ser el ídolo de miles de jóvenes. Su voz hipnotizó a los asistentes con éxitos como “Jerome”, una de las más coreadas junto con la romántica “Never Gonna Fall in Love Again” y, obvio, “I Follow Rivers”.

Otro de los actos más esperados fue el de Caribou, que tocó justamente después de Lykke Li. Sin embargo, la banda se empalmaba con uno de los platos fuertes del festival: Tame Impala. Kevin Parker, descalzo en el escenario principal, tocó canciones como “Feel like we're only going backwards” y “Elephant”, la cual presentó como “una canción que quizá conocen”. También dijo estar muy emocionado de ver a sus paisanos de AC/DC en vivo y siguió con “Let it Happen” y “I Am a Man” de su nuevo disco.

Al finalizar Tame Impala, fue el turno de AC/DC, cuya actuación hizo que el resto de las bandas quedaran como unos verdaderos amateurs, teniendo una convocatoria incomparable. Tocaron rolas de su último disco, explicaron el slang de Australia y complacieron a los “villa melones” con temas como “TNT”, “Highway to Hell” y “You Shook Me All Night Long”. Sus miembros tienen más energía que un adolescente, por lo que fueron el cierre perfecto para un primer día de festival.

Para el día dos había un poco menos de glamour en Coachella, más pies cansados y un montón de gente con la piel roja, pero eso no impidió que el día fuera igual o más divertido que el anterior.

Los mexicanos mostraron solidaridad y apoyaron a Bostich+Fussible, aunque la mayoría estaba ahí por la peda y no por la banda. Bad Religion tuvo muchos más fans de los que uno pudiera imaginar, sin embargo su actuación fue predecible y digna de “chavo rucos”.

El día estuvo musicalizado por talentos como Toro y Moi, que prendió con temas como “Rose Quartz”. Jungle, una de las bandas más poderosas del festival y con la energía a tope, hizo bailar hasta a los que no los conocían. Su show fue uno de los más memorables del sábado. Hozier, uno de los más mediáticos del momento, enloqueció a todos con “Take Me to Church”, que aunque nos pese y sea el favorito de Toño Esquinca, probó ser todo un himno entre los jóvenes. (¿Por?)

La onda ñoña la puso Yelle, cuyos bateristas aparecieron en el escenario con una coreografía que animó al público en lo que ella aparecía con su actitud y vestuario del “Baby Channel” que tanto nos encanta. Luego de la melcocha, era turno de correr para ver a Alt-J en el escenario principal. Una de las primeras canciones que sonó fue “Hunger of the Pine”, la cual todo mundo coreó, aunque el momento cumbre fue cuando cerró con “Breezeblocks”.

Otro de los mejores momentos del festival fue la actuación de Kasabian. La energía de la banda fue increíble y la química entre Tom Meighan y Serge Pizzorno es inigualable. Durante su concierto ondeaban banderas británicas en el público.

Jack White tuvo gran convocatoria (aunque no tanta como AC/DC) y su show fue impecable, además de que tocó temas de The White Stripes (como la hermosa “We are Gonna Be Friends”). White es uno de los mayores talentos de su generación. Punto.

Antes de dormir (o seguir la fiesta) The Weekend puso locas a las mujeres- Su show fue cumplidor y cerró con “Earned It” que es parte del soundtrack de 50 Shades of Grey.

El tercer día empezó con una dosis de girl power gracias a la presentación de Jenny Lewis quien -vestida con pantalones blancos y una colorida escenografía, hacía juego con el estampado de su blusa y saco- encendió a la gente con temas como “She’s Not Me” o “Portions for Foxes” con el cual complació a los fans de Rilo Kiley.  Otros dos talentos femeninos a destacar fueron Marina & the Diamonds y St. Vincent.

Para el último día del primer fin de semana de Coachella, otro de los actos más esperados era el de RAC, que no decepcionó, lo mismo que Jamie XX. Quizá más sorprendente fue la enorme convocatoria de Vance Joy. Después algunos disfrutaron a Ryan Adams, mientras que más de la mitad del festival se decantó por la onda bailable de Kascade.

Ya de noche, fue turno de Florence & The Machine, y Welch demostró que su lugar en el escenario estelar no era un error. Mientras cantaba “What Kind of Man”, la gente le gritaba que la amaba y ella correspondió con una enérgica presentación en la que corría descalza de un lado del escenario al otro. También se bajó para estar más cerca del público y pregunto a los asistentes si conocían a Calvin Harris para luego cantar una dulce versión de “Sweet Nothing”. Otra de las rolas que sonó fue su hit “Dog Days Are Over” y antes de acabar su turno, la cantante inglesa se quitó el saco y quedó en un muy transparente brassier. Su actuación estuvo a la par de la de Jack White o AC/DC.

Una vez que Welch terminó la vibra cambió del todo. Los asistentes al festival comenzaron a abarrotarse para esperar a Drake y cuando  comenzó a escucharse “Lose Yourself” de Eminem, todo mundo cantó. Desde ahí quedó claro que la tan criticada elección del músico como headliner fue muy adecuada, pues los estadounidenses literalmente lo aman. Sin embargo de pronto apareció Madonna, lo besó y literalmente le robó el show. El momento fue perfecto para cerrar tres días de festival en los que Coachella complació lo mismo a los fans de la electrónica que a los poperos y a los amantes de los clásicos.

Coachella 2015