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Múm: Aves madrugadoras desde Islandia

Múm: Aves madrugadoras desde Islandia

20/Jun/2012

“En 2011 salieron muy buenos discos. Quizá es el momento en la historia de la música islandesa en el que están pasando más cosas, en cantidad y calidad. Quizá ya nada es revolucionario, quizá la época de las revoluciones en el desarrollo de la música ha pasado, y, ahora, de una manera lenta, vamos continuamente hacia adelante”, quien expone esto es Gunnar Laurs Hjálmarsson, un investigador y músico que trabaja en la edición ampliada de un libro que aborda la historia del pop-rock islandés desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad.

Y es que la producción musical desde la tierra del hielo no para. Tenemos a varios de sus protagonistas trabajando a pleno. Ahí están Sigur Rós y Björk en un lugar dominante. Pero también hay que consignar a Seabear, Emiliana Torrini, FM Belfast, Ólöf Arnalds y Sin Fang, entre muchos otros.

Considerando que se trata de un país de un poco más de 300 mil habitantes en total, el número de figuras artísticas es más que considerable. Todavía venían de una era de bonanza económica y honestidad política; antes que los gobernantes y banqueros fueran acusados de corrupción y encarcelados. Aun así, la energía térmica, petróleo, ganadería y otras industrias han favorecido el alto nivel educativo y cultural de los islandeses.

Por una parte, los apoyos oficiales y por otro lado las exigencias del clima –que llevan a la gente a pasar largos periodos de encierro- impulsan la creación artística. Así que las propuestas de raigambre no escasean. Allí están Jonsi de Sigur Rós en solitario, Soley, Retro Stefson, Gus Gus y el dueto que hoy nos ocupa: Múm.

Desde finales de la década de los noventa, Örvar Dóreyjarson Smárason y Gunnar Örn Tynes trabajaban en un proyecto que combina el imaginario acústico y un tanto naive del indie con recursos propios de la electrónica más amable y menos densa. El resultado fue incluido en una corriente que trajo aire fresco al panorama contemporáneo: la indietrónica.

Poco antes de la llegada del año 2000, sumaron  a las gemelas Gyda y Kristin Anna Valtýsdóttir, vocalistas e instrumentistas con las que grabaron sus obras más logradas: Yesterday Was Dramatic, Today Is Ok (2001) y Finally We Are No One (2002).

En múm las melodías casi infantiles se entreveran con ruiditos, bases programadas y líneas juguetonas de teclados. Todo como en un entorno de cuento de hadas y robots. Lástima que las chicas decidieron emprender camino por su cuenta, por lo que tuvieron que editar Summer Make Good (Fat Cat, 2004) ya sin ellas.

Recurriendo a invitados y colaboradores la pareja original no se detuvo. En su discografía se cuentan Go Go Smear The Poison Ivy (2007) y Sing Along Songs You Don’t Know (2009). Pero llegó el momento de replantear su historia y hurgar en el pasado. Örvar y Gunnar decidieron mostrar un montón de temas que reflejaran sus primeros pasos, por lo que Early Birds (Moor, 2012) es un referente de sus inquietudes iniciales y el proceso evolutivo que siguieron.

Ahora es posible conocer sus demos, temas dispersos en recopilaciones subterráneas y algunos cedidos para bandas sonoras. Bien se puede tomar como un documento de los años de formación, pero ante todo es una evidencia de que el talento lo tenían desde el principio de múm.

Los chicos iban y venían de Reykjavík, absorbían todas sus experiencias y aprovechaban lo que fuera para crear música: instrumentos viejos, sampleos rústicos, sonidos ambientales– y eso es lo que hay en "Early birds". Aunque como todavía no llegaban las gemelas, la línea tiende más hacia lo instrumental, por lo que una recomendación básica de este disco sería que los escuchen atentamente los seguidores de Austin Tv y aquilaten las coincidencias en cuanto al tipo de sonido de los teclados.

Nadie puede acusarlos de no buscar con empeño en su archivo. Incluso dieron con “Glerbrot”, un tema que habían perdido durante años y que ahora reaparece. En el tiempo presente resulta interesante escuchar los rastros de drum & bass en “Bak Ditt Er Sem Rennibraut”“Hufeland”. En múm cabían los ritmos fragmentarios, el uso de instrumentos simples como la melódica y reminiscencias folk y ambient, que siempre enorgullecieron a estos reyes de la indietrónica. Recuperan piezas de entre 1998 y 2000.

¡Carajo, doce o un poco más de años! He aquí un ejercicio de nostalgia propositiva; todavía no firmaban para Fat Cat, preparaban su debut y en su universo cabían por igual elfos, replicantes y aves madrugadoras. ¡Cuánto nos fascina Islandia!