Young Miko incendia corazones y panties.
El concierto debut de Young Miko en la CDMX fue un rotundo éxito agotando todas las localidades. Desde muy temprano miles de fans abarrotaron las inmediaciones del Pepsi Center WTC para lograr conseguir el mejor lugar posible para ver en acción a la puertorriqueña, por lo que el acceso al recinto tomó más tiempo del acostumbrado.
Una vez dentro del venue, el público se notaba nervioso y expectante, hasta el momento en que Miko hizo su aparición sobre el escenario, encima de una plataforma que permitía observarla en todo su esplendor, vistiendo con una blusa semitransparente que dejaba poco a la imaginación y dejaba entrever sus tatuajes.
Desde el inicio, el fanatismo del público se hizo notar, pues se cantó por todo lo alto a lo largo del concierto, a lo que Miko reaccionó con su encantadora sonrisa de oreja a oreja, sin embargo, un aspecto notable del concierto fue la cantidad de gente que capturaba con entusiasmo cada momento en sus teléfonos móviles. A pesar del mar de pantallas brillantes, la falta de baile fue algo sorprendente. El público parecía más centrado en preservar los recuerdos digitalmente, que en sumergirse por completo en la experiencia en vivo.
El desempeño de Young Miko sobre el escenario fue brutal, subiendo y bajando constantemente de la plataforma central así como recorriendo de un lado al otro el escenario mientras escupía rimas con una dicción y ritmo perfecto, sin que esto pareciera inmutarle o desgastarle siquiera. La intensidad en su interpretación era una constante, sonriendo, mordiéndose los labios y bailando con cadencia y sensualidad, causando los gritos de éxtasis entre el público.
Un elemento visual destacado fue el micrófono con los colores del arcoíris, un poderoso símbolo de inclusión y apoyo a la comunidad LGBT+. Este gesto resonó profundamente en la diversa audiencia, mostrando el compromiso de Young Miko de abrazar la diversidad y difundir el amor y la pasión a través de su música.
Un momento conmovedor durante el concierto fue cuando Miko hizo una pausa para leer en voz alta los mensajes de amor escritos por sus fans en diversas pancartas personalizadas, que iban desde muestras de cariño hasta propuestas candentes e indecorosas. Esta sincera interacción cerró la brecha entre el artista y el público, creando una conexión íntima que trascendió al escenario.
Los obsequios de las y los fans agregaron un toque personal a la velada, que fueron desde los muñecos del Dr. Simi personalizados, ropa interior que las fanáticas le lanzaron directamente a la cantante, así como una bandera LGBT+ en la que Miko se envolvió mientras seguía su performance. Estas muestras de agradecimiento no sólo deleitaron a Young Miko sino que también reforzaron el sentido de comunidad y admiración mutua entre el artista y los fans.
En general, el concierto de Young Miko fue una experiencia memorable que mostró su sensualidad y talento musical, su conexión genuina con sus fans y su compromiso de difundir la positividad y la inclusión.
