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Formado en las filas del legendario show televisivo Saturday Night Live, el comediante, actor y productor Michael Myers es mejor conocido por sus estelares en las exitosas franquicias del agente secreto Austin Powers y del ogro Shrek (prestando su voz al personaje animado en esta última). Pero su carrera cinematográfica inició con un personaje igual de memorable: un relajiento y extrovertido rockero llamado Wayne Campbell, protagonista de Wayne's World (intitulada en nuestro país como El mundo según Wayne), quien este mes celebra 30 años de haber aparecido por vez primera en la pantalla grande.
Con un argumento escrito por el propio Myers al lado de los guionistas Bonnie y Terry Turner, basándose en uno de sus sketches para Saturday Night Live, y llevando como coestelar al también humorista Dana Carvey (colega de Mike en SNL), Wayne's World fue dirigido por la cineasta Penelope Spheeris -prima nada menos que del cineasta Costa-Gavras-, quien previamente había realizado una trilogía de documentales intitulada The Decline of Western Civilization, enfocada en la escena punk en Los Ángeles de esos años y sobre la cultura underground en torno a ella.
El filme relata las aventuras de Wayne Campbell (Myers) y su socio y amigo Garth Algar (Carvey), fanáticos del rock y el heavy metal, quienes conducen un programa televisivo intitulado Wayne's World, producido desde el sótano de la casa del primero, y se transmite a través de un canal de televisión pública en Illinois. Un día, Wayne conoce, se enamora y comienza a salir con Cassandra Wong (Tia Carrere), vocalista y bajista de una banda local de rock llamada Crucial Taunt. Al mismo tiempo, el show de Wayne y Garth atrae la atención del ejecutivo Benjamin Kane (Rob Lowe), quien les ofrece una buena suma de dinero a cambio de los derechos del mismo. Los chicos aceptan, y todo parece ir viento en popa.
Sin embargo, Benjamin efectúa una serie de cambios en el show, buscando atraer mayor audiencia e inversores, pero ni Wayne ni Garth se sienten cómodos con dichos cambios, y en poco tiempo surgen fricciones que ponen en peligro la amistad del dúo protagónico. Por otro lado, Kane intenta robarle la novia a Wayne, tratando de deslumbrarla con la promesa de usar su influencia y contactos para convertirla en estrella. Tales situaciones pondrán al rockero en aprietos, quien deberá esforzarse para recuperar a su amigo, su novia, su show, y detener los planes de Benjamin.
Wayne's World es una comedia desenfadada y ligera, la cual destacó no solo por su mezcla de humor slapstick, paródico y un tanto irreverente; o por los cameos de personalidades de la música y la cultura pop como Alice Cooper, Meat Loaf, Robert Patrick o Chris Farley; o por –anticipando lo que después haría Ryan Reynolds con su personaje en Deadpool- emplear el recurso de romper la cuarta pared para crear cierta complicidad con el espectador; sino además por combinar la mirada mordaz y satírica mostrada por Rob Reiner en el falso documental This Is Spinal Tap (1984), con el tono propio de SNL, ambos puestos al servicio de una trama la cual por un lado, hace burla de los excesos, vicios y estereotipos propios de los rockstars (y sus fans) de esa época, y por otro (aunque en menor medida) critica el corporativismo empresarial el cual, en afán de enriquecerse con algo novedoso, terminaba por despojarlo de su autenticidad y espontaneidad, domesticándolo. Y en medio de todo eso inserta una historia de amistad, romance… y buena ondez.
El panorama musical en el momento en que la película es estrenada fue muy particular: el Internet y el ciberespacio aún estaban en pañales, y el canal musical MTV – antes de volverse un canal de reality shows - seguía siendo una de las principales fuentes de difusión (y de formación) musical para esa generación. Por otra parte, ese año el Nevermind de Nirvana conquista el número uno del Billboard y de otros charts, impulsando al rock alternativo (y al grunge en específico) como la tendencia musical predominante de esa primera mitad de los 90, eclipsando a otros géneros como el hard rock y el heavy metal, los cuales serían relegados a un segundo plano de popularidad.
En ese entonces MTV todavía transmitía Headbangers Ball, el emblemático programa que incluía videos de artistas metaleros consagrados y emergentes. Y el soundtrack del largometraje se hace eco de los contenidos propios de dicho espacio, al incluir temas de bandas de glam, hard y heavy populares de esos años, como Alice Cooper ("Feed My Frankenstein"), Ugly Kid Joe ("Everything About You"), Cinderella ("Hot and Bothered"), Kix ("Cold Chills"), BulletBoys ("Rock Candy"), Rhino Bucket ("Ride With Yourself") y sus oscuras majestades Black Sabbath ("Time Machine").
También allí se pueden hallar piezas de artistas clásicos del rock y el pop como Jimi Hendrix ("Foxy Lady"), Eric Clapton ("Loving Your Lovin'") y Gary Wright ("Dream Weaver"). Mención especial merece Queen con su icónica “Bohemian Rhapsody”, la cual en una escena de la cinta es “cantada” por Wayne y sus amigos durante una de sus muchas travesías nocturnas en automóvil, volviéndose una de sus secuencias más recordadas, a grado tal que incluso sería extraída de la misma y reeditada añadiéndole escenas de la banda extraídas del videoclip original, para ser incluida dentro de la rotación diaria de videos transmitida por el canal musical.
Alternado con estos artistas, la banda sonora incluye un par de temas interpretados por la propia Tia Carrere, donde hace sendos covers a bandas como The Sweet (“Ballroom Blitz”) y The Jimi Hendrix Experience (“Fire”), aunque este último no aparece en el soundtrack oficial. Asimismo, y como anticipando lo que estaba por ocurrir en la escena musical; también se incluyen canciones de bandas grunge como Soundgarden (“Loud Love”) y Temple of the Dog (“All Night Thing”), y hasta algo de los Red Hot Chili Peppers (“Sikamikanico”).
Wayne´s World fue un gran éxito comercial, y logró colarse a la lista de los 10 filmes más taquilleros de ese año en Estados Unidos. Ello propiciaría que tuviese una secuela al año siguiente la cual, aunque fue bien acogida por la crítica, no tuvo los mismos alcances (de popularidad y financieros) de su predecesora.
Ahora,a tres décadas de su estreno, la película cobra cierta importancia como documento de una escena musical (y cierto estilo de vida) que estaba por cambiar -y extinguirse de cierta forma-. Y constituye una muestra de un cine noventero de comedia muy ligero, deliciosamente irreverente y fresco cuya fórmula, con el tiempo, se iría desgastando. Pero, sobre todo, porque esta producción pasaría a ocupar un lugar especial en los recuerdos de una generación quien creció deleitando sus oídos con esas corrientes musicales específicas y que, al volver la mirada a ese tiempo, mira a estos personajes con simpatía y nostalgia.