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Erlend Øye: Entre la fiesta y la intimidad

Erlend Øye: Entre la fiesta y la intimidad

En medio de una gira que lo ha llevado a visitar Chile, Argentina y tres ciudades en nuestro país, Erlend Øye viene por vez primera como solista, y aunque su nombre es augurio de grandes audiencias de rodillas ante el noruego, Erlend promete algo muy distinto.

Hace ya más de tres años que el oriundo de Bergen se presentara en un escenario mexicano, en esa ocasión com ambos proyectos, Kings of Covenience y The Whitest Boy Alive, pero entre ese tiempo no hubo ni un solo minuto desperdiciado: grabó y produjo el segundo álbum de Kakkmaddafakka, se mudó de Alemania a Italia, grabó un álbum de reggae junto con la banda islándesa Hjálmar y preparó otra placa que aún está por salir con canciones en italiano.

“Este álbum y gira con The Rainbows es como un punto medio entre todos los proyectos que pueda tener. Aunque sea una gira, de alguna manera es un punto de tranquilidad que mezcla todo lo que hago. Baile, acústico, un poco de electrónica, pero ningún punto es más fuerte que el otro. Así es como tiene que ser para mí ahora ya que además tengo delicado el oído; si no, la consecuencia va a ser eventualmente retirarme de los escenarios” amenaza Erlend al teléfono.

Una de las razones por las que The Whitest Boy Alive fue oficialmente puesto a dormir, fue que la enorme fiesta musical que solían ser sus shows le dejó a Erlend un trastorno auditivo conocido como tinnitus y que si bien se esperaría más en un guitarrista de heavy metal, es un grave malestar que requiere cuidado y que el músico prefiere no retar especialmente estando de gira.

“Tomo mis precauciones para no quedarme sordo de repente, ¡ha! Preparamos la gira por Latinoamérica para ser una mezcla de esto y aquello; una parte del concierto es la banda completa para que la gente baile, aplauda y se la pase bien, mientras que por la mitad el show se vuelve acústico, la parte íntima del concierto. Muchos quieren que los conciertos sean idénticos al disco, pero prefiero que la música sea diferente en vivo, ¡sorpresas y emociones!” bromea Erlend.

Erlend, que se ha confesado no solo seguidor sino hasta amigo de la cantautora chilena, Javiera Mena, está consciente del amor tan especial y a la vez inesperado para él en Latinoamérica; es amable y muy atento con sus respuestas. Al conversar con él es inevitable sentir contagiada una efusividad por su música que sin importar los años que tenga en la industria, aún parece emanar.

“Hay demasiadas cosas que aún no pruebo y que me gustaría hacer, pero durante más de un año me tengo que concentrar en las giras. Los conciertos son realmente de donde obtenemos nuestro dinero; pero claro, ahora me concentro en países donde me divierta tocar y la gente me trate bien ya que estoy en un punto de mi carrera donde ya no es necesario ir a clubes en medio de la nada donde no saben quién eres” concluyó entre bromas.