Veinte años han pasado desde que H2O irrumpió y comenzó a labrar su propia historia dentro de la larga escena hardcore y punk neoyorquina. Durante este tiempo, Toby Morse y compañía han conseguido que su banda sea sinónimo tanto de lealtad a las banderas y congruencia con los mensajes, como de respeto a las raíces y pasión honesta. Veinte años de historia y anoche, por primera vez, pisaron los escenarios de la Ciudad de México.

La jornada comenzó con We Believe, hardcore queretano que, aún con un público escaso y apacible, consiguió poner en alto las primeras notas de la noche. A ellos les siguió Curva Sur, panas venezolanos que dieron ayer la segunda fecha de su tour por México. Hay que aplaudirles su actitud y energía sobre el escenario y en cada canción, así como el contacto cercano con el público.

Tras ellos llegó Veritas, tapatíos que demostraron por qué actualmente son una de las bandas a las que hay que seguirles la huella. Ellos dieron paso a los viejos conocidos de Propia Actitud, cuyos años de experiencia sobre los escenarios consiguieron animar de forma visible a un público que, aunque ya esperaba el plato principal de la noche, brincó y cantó la mayoría de sus canciones.

Por las bocinas suena “Empire State of Mind”, de Jay-Z y Alicia Keys: New York está presente. Las luces se apagan  y oímos: For those don’t know… H2O Go! Los riffs iniciales de H2O pertenecen a “1995” y las remembranzas de aquélla primera gira de la banda, cuando la música lo significaba todo.

Después, suenan los acordes de “Everready” y todo es un total y agradable caos: puños al aire y brincos por todos lados. Las emociones se han desbordado y no llevamos ni cinco minutos; Morse y compañía lo saben y entonan “Family Tree” para que las gargantas se desgarren al grito de Roots….Don’t forget you roots!  Ha sido grande la espera y del mismo tamaño es la catarsis de quienes estamos ahí: crowd surfing en todo momento, circle pits interminables y unísonos coros acompañando a unos H2O sorprendidos por la respuesta de un público que supo esperarlos con paciencia.

La noche sigue con “Sunday”, pero ésta se detiene tras los primeros versos. Toby Morse no puede más, lo ha inundado la emoción de cantar sobre la muerte de su padre y el nacimiento de su hijo. Pero se disculpa y repone, y todo inicia de nuevo. “Guilty By Asociation” encamina la noche hacia el final, el cual llega con “What Happened” y el reclamo hacia aquellos artistas que prefieren la imagen antes que la pasión por la música.

Fue un set muy corto, pero redondo. Todo  duró poco menos de una hora, pero la emoción y catarsis perdurará por mucho tiempo más.