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Anti-Flag — American Fall

8

Anti-Flag
American Fall

Spinfarm Records / 2017

Artista(s)

Anti-Flag

Tratando de cambiar al mundo un disco a la vez: Anti-Flag.

Con el mundo vuelto loco, con la política siendo política, con intereses propios antes que los comunes, nada parece mejorar con los líderes mundiales. Que si la anarquía o el socialismo, que si el capitalismo o el imperialismo, la música busca protestar y hacer al pueblo ver que el futuro está en nosotros y no en las manos de la corrupción e incompetencia de los de arriba. El punk pop de Anti-Flag habla de no dividirnos, de quitarnos las etiquetas, de no elevar las banderas de preferencias, religiones e incluso, nacionalidades. En su nuevo álbum American Fall, los de Pittsburgh expresan sus sentir en 11 tracks sobre vivir en la era tecnológica, cómo es ser un norteamericano, del racismo y, por supuesto, mucho material sobre la política actual de Trump.

Anti-Flag nació a finales de los 80 con pocas esperanzas de trascender; ha mantenido un perfil bajo, dedicándose a hacer protesta en sus letras y tocando en los cinco continentes, de nuevo, sin hacer mucho ruido. American Fall es su décimo álbum de estudio y fue coproducido con el famoso gemelo malo de Good Charlotte, Benji Madden; este disco ha hecho a la crítica dividir su opinión y se dice que “o se le ama o se le odia, no hay gris en el punk”.

La primera canción es “American Attraction”, con la guitarra que llama poderosamente la atención y la batería ejecutada de manera arrogante, este track habla de amor, violencia y armas. “When The Wall Falls” tiene torpeza en los arreglos, suena descuidada intencionalmente y pone un solo de órgano como un buen gancho. “The Criminals”, es una canción de estadio, con el clásico ritmo del punk pop de los años 2000.

Las guitarras agresivas no dan descanso y en “Trouble Follows Me”, el ritmo es constante; en “Liar” y “Finish What We Started” hay una energía particular, llena de pasión que incita a los escuchas a despertar en contra de los problemas que nos aquejan. “Digital Blackout” expone las letras que acusan la estupidez humana que se esconde detrás de la tecnología para intentar vivir, “Racists” acusa a la sociedad norteamericana de sentirse superiores por portar la bandera del racismo y lo acompañaron con guitarras potentes que atrapan, es una de las mejores del disco.

Los cambios de ritmo son atractivos en el punk y en “Throw It Away”, es la tranquilidad la que da comienzo y hace una transición para nada sutil, pero que te hace sentir la adrenalina correr por la sangre. “I Came. I Saw. I Believed” suena un poco plana, mantiene esa constante y no hay emoción en ella; el repertorio cierra con “Casualty”, que pone un argumento claro de las pretensiones del álbum, se notan sueltos y seguros de lo que es Anti-Flag y de que no irán a ningún lado, es una típica canción americana para el verano.

Esta banda de Pensilvania sigue siendo independiente, son activistas de bajo perfil y no temen expresarse; en American Fall hay fuerza y consistencia, además de voces con pasión, tormentas políticas y oscuridad social. Si bien no hay mucha experimentación, Anti-Flag merece un aplauso por sobrevivir al gran corte de las bandas que, una a una, fueron cayendo; y en cuanto al sonido, es uno de sus trabajos más pulcros.