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Entrevista con The Jesus and Mary Chain 

Entrevista con The Jesus and Mary Chain 

Navegando en el cosmos de William Reid: un nuevo disco, amor fraternal y Madame Web.

Han sido los constantes esfuerzos por no pertenecer a ningún lugar lo que vuelve a un disco de The Jesus and Mary Chain en un evento parecido al paso de un cometa. Los hermanos Reid siempre han vivido en su propio mundo, pero cada que deciden sacar un nuevo álbum ese planeta se acerca y, por un breve momento, podemos orbitar en el mismo espacio. 

Siete años antes, con Damage and Joy, el sentimiento general era de renovación. Los hermanos Reid aprovecharon para hablar de temas incómodos y reflexionar sobre la catástrofe y redención no solo de su proyecto, sino de todas las relaciones que vivieron a lo largo de sus vidas. Hoy, en su octavo álbum de estudio, recuerdan lo que los unió y cómo se habrían sentido The Rolling Stones luego de medio siglo de discos y giras. 

“Creo que cuando haces un disco no tienes un plan o idea específica, muchas veces te llega una canción y no sabes a dónde llegará o si será parte de un disco. En un proceso creativo todas las cosas que te han pasado, todas tus experiencias, surgen y eso es lo que te permite hacer algo. Para canciones como ‘The Eagles and The Beatles’ creo que el subconsciente nos llevó a un momento muy específico en nuestras vidas. Cuando estábamos creciendo mi hermano y yo no éramos cercanos por la diferencia de edad, no te juntas con tu hermano menor. Sin embargo, en los 70 nos dimos cuenta que éramos muy cercanos gracias a la música. Empezamos a escuchar música punk y ya en los 80 inició la banda, nos volvimos amigos, pero desde mucho antes nos gustaba lo mismo: The Rolling Stones y Faces, pero la edad o nuestra madurez no nos permitió disfrutar juntos de esa etapa hasta mucho tiempo después.” 

A pesar de disfrutar de un gran proceso creativo, William Reid reconoce que al tener un nuevo disco en las manos, listo para publicar, todo se convierte en un sentimiento agridulce que mezcla emoción y temor. 

“Armar un disco es como una aventura, porque cuando terminas con una versión muy diferente a tu primer borrador, normalmente es mejor. Pero tener un disco en tus manos puede ser aterrador, porque es fácil perderse en el proceso. Yo jamás publicaría algo que no me gustara, pero a veces puedes estar muy convencido de una idea que a otros no les va a gustar. Hace poco salió una película que se llama Madame Web y las entrevistas de las actrices han salido en todos lados, pero puedes ver cómo están lidiando con los malos comentarios, eso es horrible, no me gustaría estar en esa posición. Además, creo que a ellas no les gustó la película y yo odiaría sentarme con gente como ustedes a hablar y promocionar algo que no me gusta. Entonces hicimos un disco que realmente nos gustara, yo amo este disco y nos tomó tiempo armar algo con lo que realmente estuviéramos satisfechos.” 

Para William todo el trayecto hasta este punto ha sido emocionante, pero acepta que el nuevo disco de The Jesus and Mary Chain estuvo marcado por la adversidad: desde una pandemia mundial hasta la pérdida de su primer draft

“Para que este disco saliera tuvieron que pasar varias cosas, no fue fácil porque cuando iniciamos la grabación del disco poco después inició el encierro por el Covid y tuvimos que dejarlo así por un buen tiempo, yo me fui a Arizona y Jim a Inglaterra. Logramos seis o siete canciones y unos meses después el estudio nos llamó y nos dijo que habían perdido las grabaciones. Me rompió el corazón, en 40 años jamás me había pasado algo así, ni siquiera había escuchado que a alguien le pasara. Fue horrible tener que volver a grabar todo desde cero y estar persiguiendo lo poco que recordábamos de cada canción.” 

William Reid da un vistazo hacia atrás y piensa en si logró desafiar las expectativas de hace 40 años, lo que lo sigue motivando para seguir creando y que la edad no es una barrera para la innovación musical. 

“Cuando comenzamos estábamos en nuestros 20s y, por ejemplo, The Rolling Stones ya tenía 40 años y todos decían que eran demasiado viejos. Sin embargo, creo que esto demuestra que la música no envejece, las bandas ya no envejecen. The Stones ahora tienen 80 años y siguen sacando nuevos discos y son buenos discos. Pero sí recuerdo que cuando sacamos Psychocandy la gente solo nos preguntaba qué nos veíamos haciendo en cinco años y creo que todos nos veían como una casualidad, así que es bueno que 40 años después sigamos haciendo música y que a la gente le siga interesando”.