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23/Jun/2025
Con la premisa de una ciencia ficción en la que dos personas pueden soñar el mismo sueño, al mismo tiempo y compartirlo, Soda Stereo creó Sueño Stereo, su séptimo material de estudio, publicado el 21 de junio de 1995 vía BMG. Este profundo sueño colectivo llegó a niveles de emoción, juego y participación musical que, en otras ocasiones, la banda argentina no había tenido. En entrevista para Indie Rocks!, el músico, productor y DJ, Zeta Bosio, recordó esos días junto a Gustavo Cerati y Charly Alberti.
“Tengo la sensación de haber hecho un disco hermoso y fue, de alguna manera, el broche de oro de nuestra carrera, sobre todo en estudio. Fue una cosa que disfruté mucho mientras duró. El espacio que generábamos cuando había que ponerse a pensar en un disco, cuando había que crear una línea de bajo que resolviera un tema o esas cosas, fueron un momento muy lindo de mi vida”.
Luego de un largo paréntesis en el que cada uno se dedicó a hacer su propia música, volvieron a reunirse sin una línea musical. Las sesiones de grabación comenzaron en el estudio Supersónico, eran jornadas muy largas en las que se dejaron llevar por la improvisación.
Entramos al estudio y dijimos: ‘Soltemos un poco, dejemos que la música fluya’. Para este disco no había temas prearmados, Gustavo [Cerati] venía y nos mostraba una idea y trabajábamos sobre eso”.
En este proceso en el que reinaba más la confusión que la certeza, ocurrió un terrible accidente en el que Tobías, el hijo menor de Zeta, perdió la vida y su otro hijo, Simón, sufrió graves quemaduras. Esto afectó emocionalmente a la banda pero, de algún modo, los unió y los hizo funcionar nuevamente.
“Este disco significa muchas cosas para mí. Empezó como un proceso muy largo y muy complicado por situaciones que teníamos como banda y problemas que surgieron con el accidente de mis niños. Estuvo lleno de muchísimos momentos y emociones, de mucho dolor que hubo que sobrellevar. Fue como mi salvación y me tiró de vuelta para adelante y me motivó a hacer algo que me conectó de vuelta con la vida”.
Inspirados por The Orb, Aphex Twin, Luis Alberto Spinetta, discos como La Biblia de Vox Dei, géneros como el rock inglés, el ambient y el trance pero, sobre todo, el deseo de verse a sí mismos como influencia, la banda logró un disco heterogéneo, honesto y sustractivo.
“Fue un disco donde la música fluyó, nos poníamos a tocar y dejábamos que sucedieran cosas y creo —más que nada— que el disco está muy influenciado por la época, especialmente, por la música ambient que estábamos escuchando en un momento que no era muy comercial.
Gustavo [Cerati] tenía un procesador de guitarras Ultra-Harmonizer y estuvo trabajando con un técnico para cambiarlo completamente y así poder ampliar sus posibilidades. Se sentaba de espalda a nosotros, frente a sus equipos, y casi las dos o tres primeras sesiones estuvo, prácticamente, todo el tiempo programando ese aparato nuevo y, mientras lo hacía, se iban generando sonidos increíbles, super envolventes. Entonces, como al cuarto o quinto día, Gustavo [Cerati] estaba probando un delay y le dije a Charly [Alberti] ‘Toquemos’ y empezamos a tocar lo que se nos ocurría, sin que se diera cuenta y, en un momento, nos dijo: ‘Está bueno eso’. Y así comenzó un poco el proceso del disco, empezamos a ensamblar todos esos sonidos que él estaba armando y llegaron las ideas de lo que fueron muchísimas de las canciones”.
Buscando alejarse de Buenos Aires para concentrarse los tres —como en algún momento lo habían hecho— y lograr un diseño sonoro más ambient, viajaron a Londres para trabajar con los ingenieros: Clive Goddard y Eduardo Bergallo en Matrix, un estudio ubicado debajo de un pub en el que se habían grabado discos como Blue Lines de Massive Attack y Debut de Björk.
“La verdad, nosotros siempre que nos juntábamos a trabajar, tratábamos de que fueran momentos de diversión, seguíamos comportándonos como niños y por eso, a veces, se generaban algunas situaciones cómicas. Recuerdo — entre nebulosas— una situación en el estudio Matrix, allá en Londres. Escuchamos que en el estudio de al lado había unos chicos grabando reggae y fuimos a pedirles si nos podían conseguir algo para compartir y nos atiende Lee "Scratch" Perry en persona y nos dice, 'Pasen, pasen'. Y nos pusimos a compartir con los chicos. Fue algo muy cómico que no me lo olvido porque —en ese momento— no sabíamos quiénes eran (risas)”.
El disco —que originalmente estaba planeado para ser doble— quedó bañado por ese tipo de experimentación, todo ese clima y esas capas ambient que ya habían trabajado en su disco anterior Dynamo (1992), pero que aquí profundizaron un poco más, creando una evolución en su propio sonido.
“Nosotros queríamos hacer un disco doble con el concepto de Sueño y Stereo pero, comercialmente, lo hacía complicado porque la música era muy alternativa en ese momento y era un nicho bastante pequeño”.
Entre esa gran cantidad de canciones alejadas del formato clásico del hit y con la intención de mostrarse a sí mismos haciendo música, decidieron explorar otros territorios. “Paseando por Roma”, que originalmente se llamaba “Beat”, era el tema que se convertiría en el primer single.
“‘Paseando por Roma’ —que por ahí me han dicho que se le puede asociar con ‘Taxman’ de The Beatles porque tiene un poco el clima o el estilo— es un tema que me encanta, salió como muy rendido. Iba a ser el primer corte, pero después llegó ‘Ella Usó Mi Cabeza Como un Revólver’ y nos pareció que representaba más a la música del disco”.
Durante el Sueño Stereo Tour —que incluyó más de 25 ciudades— les propusieron hacer un MTV Unplugged que grabaron en los estudios Post Edge en Miami y, posteriormente, editaron en CD bajo el nombre de Comfort y música para volar (1996), incorporando “Coral”, “Superstar”, “Sonoman” y “Planeador”, canciones que se habían descartado para Sueño Stereo.
“En los hoteles y mientras estábamos en los momentos libres, fuimos elaborando un poco lo que íbamos a hacer. Fue una gira de esas de las antiguas, donde uno salía y estaba dos, tres meses fuera girando”.
Con un futuro incierto por diferencias musicales y personales, ya se sentía que eran los últimos capítulos de la banda. Fue un proceso difícil en el que los tres llegaron a la misma conclusión después de estar juntos por 15 años.
Grabamos el unplugged, salió el unplugged y volvimos a Buenos Aires. Pasaron muchas cosas en las que se entendía que había algo raro, Gustavo [Cerati] se estaba distanciando nuevamente, era algo que le estaba costando hacer directamente. No podíamos seguir adelante, algo así como lo que pasa en un matrimonio. Estábamos llegando a los 40 años, que es una etapa en la que quieres cambios. No pensábamos que Sueño Stereo iba a ser el último disco cuando empezamos a hacerlo, en realidad iba a ser el séptimo disco de estudio y el primero con BMG”, finalizó.