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Pares y Nones: Destino más suerte

Pares y Nones: Destino más suerte

29/Abr/2014

Pares y Nones

Goyo Carrillo

Hozé Melendez, Mariana Cabrera, Sergio Váldez

México, 2013

Movies Independent

El director y escritor Goyo Carrillo analiza la inherente naturaleza azarosa de la vida en Pares y Nones. Comenta el personaje principal, Joel (Hoze Meléndez), al principio del cuento: “Esta es mi vida, esta es mi suerte” y más tarde cuando se encuentra hasta el cuello en problemas opina: “la suerte, la pinche suerte”.

Sin embargo, para un auto-proclamado hedonista que se la pasa gran parte de la película celebrando el exceso casi al estilo Trainspotting (1996), yo le diría: “más bien te lo buscaste, mi jovenazo”, cierto que “en boca cerrada no entran moscas”.

Joel, Olga (Mariana Cabrera) y Tavo (Sergio Valdez) son tres chicos de Tijuana obsesionados con pasarla bien; sus responsabilidades son casi nulas y en cuanto a preocupaciones solo se encuentra el contar con algo de presupuesto para la próxima parranda, ya sea en fiestas caseras, edificios abandonados o bares con cerveza barata. También tienen un gusto por meterse en casas ajenas para beber lo que encuentren, algunos intereses románticos entre los tres terminan de completar su lista de problemas.

Una noche escogen la casa equivocada para meterse y el karma de sus travesuras por fin los alcanza. Los jóvenes se ven rebasados por una situación que involucra a maleantes, armas y mochilas con droga; la “suerte” como dijo Joel.

Las tomas de Carrillo, en conjunto con su fotógrafo principal, Alex Montalvo, son cerradas e inestables; necesarias para retratar este claustrofóbico mundo del cual Joel desea escapar e irse lejos. Exhibida enteramente en blanco y negro, la trama parece ocurrir en un lugar lejano y a manera de recuento, puntualizada por la voz en off fantasmal de Meléndez. Con su austeridad, dramatiza las emociones de los actores, así como profundiza el vacío de las sombras que habitan en los rincones de los edificios dilapidados.

Tijuana, para bien o para mal, es una ciudad con bastante personalidad; pero en este caso no resulta ser un personaje determinante, sólo algunos encuadres abiertos ayudan a establecer la ubicación de las acciones.

Pares y Nones nos deja al final con un cruel destino que decide acomodar en pares a algunos y abandonar como nones a otros, pues no encajan; un filme con su retorcida versión del coming of age que representa un avance en el nuevo desarrollo del cine fronterizo (con amplio uso de auténtico acento cachanilla para los interesados) y del emergente talento fílmico nacional que se ha dado en los últimos tiempos.