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Detrás del Poder: Retrato de nuestros días

Detrás del Poder: Retrato de nuestros días

22/Ene/2014

Detrás del Poder

Javier Colinas

Luis Arrieta, Paola Nuñez

México, 2013

Los Güeros Films

Detrás del Poder es un arriesgado thriller dirigido por Javier Colinas (ReevoluciónMejor Ponte a Trabajar) y escrito y producido por Luis Arrieta (Paradas ContinuasLos Inadaptados), como parte de su compañía productora Güero Films. La cinta demuestra lo inherentemente truculenta que suele ser la vida de un político y pone al descubierto los siniestros actos que suceden detrás de bambalinas, detrás de ese poder.

Con una trama que se enreda y revuelca quizás un poco más de lo necesario (los sucesos son presentados ni más ni menos que en el orden: hoy, hace 3 meses, ayer, hace 1 mes y de regreso a hoy), Detrás del Poder seguramente hará pensar a su audiencia (no es casualidad el cubo Rubik al principio) y mantenerlos al pendiente del destino final del protagonista.

Miguel Morales es el diputado “cara de niño” (Arrieta), el legislador más joven de la Cámara y dueño de una vida privilegiada que incluye a una hermosa nueva esposa (Paola Núñez). La vida del joven abogado, quien al parecer también ostenta una exitosa carrera ejerciendo el Derecho, da un inesperado vuelco hacia el horror cuando un extraño asaltante ingresa a su domicilio para torturarlo.

Al principio las intenciones del agresor (Hector Kotsifakis) no son claras, pero lentamente se van descubriendo. El altercado le brinda al joven abogado la oportunidad de recapacitar sobre su carrera, su vida personal y sus propios principios; si es que alguien puede tener la capacidad de reflexionar con brazos dislocados, pies baleados y setecientos golpes al rostro y zona hepática. Curiosamente, el notoriamente calado agresor fuma como chacuaco pero ni una vez hace como buen verdugo y se le ocurre apagar el cigarro sobre la piel de la víctima.

Cabe destacar la actuación de Paola Núñez, quien le brinda ternura y rudeza a su personaje en los momentos adecuados, acompañados por la excelente iluminación orquestada por Colinas y el director de foto, Carlos Hidalgo, separando muy bien los momentos felices de los trágicos.

Cuando volví a ver el poster y el slogan “¿Votarías por él?”, en referencia al joven diputado, me quedé pensando: “creo que sí… no sé ¿acaso no debería?”. El proyecto lleva mucho mensaje y, armando el cubo de Arrieta, ya no supe si pretendía retratar al político como alguien sirviendo su merecida penitencia o como el héroe fiel a sus principios aún en medio de la inmundicia.

Al final, se muestra una cita que, palabras más, palabras menos, afirma que un gran líder gobierna para el bien del pueblo y no para ser adulado. Esperaba ver en el pie de la misma el nombre de John F. Kennedy o similar, pero, como nunca llegó, imagino que es el mensaje directo de Colinas y Arrieta para los políticos: pónganse las pilas. Menos mal no fue el sermón de cinco minutos de Chaplin al final de The Great Dictator.