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Alice Glass — PREY//IV

8

Alice Glass
PREY//IV

Eating Glass / 2022

Artista(s)

Alice Glass

La artista rompe el cristal.

Margaret Osborn, mejor conocida como Alice Glass, nos presenta su disco debut PREY//IV a través del sello propio Eating Glass. Hablar de un primer álbum, en este caso, podría ser un error. La cantante y compositora canadiense lleva cerca de 18 años de trayectoria y casi 15 como referente dentro de la escena independiente.

Es de todos conocido sus orígenes como miembro del grupo Crystal Castles, su salida y las posteriores denuncias a su ex compañero Ethan Kath, negadas por él. Ambos lados continuaron su carrera; Glass, lanzando sencillos y EPs, mientras que el grupo con Edith Frances como nueva vocalista hizo lo propio. Más allá de las acusaciones y alegatos, lo que busca este material es recuperar la narrativa artística de Alice, desde el título del mismo. PREY//IV, no es sólo un juego de palabras (traducido sería: rezar por) sino que busca retomar la nomenclatura de sus trabajos anteriores, para Osborn en realidad este es su cuarto disco, y como tal nos muestra todo el bagaje y acervo que ha acumulado.

En 13 tracks, llenos de beats pesados y oscuros, que contrastan con la “suave” voz de Glass, recorremos el camino catártico que ha transitado en los últimos años, tomando el control no sólo de las palabras, también de los sonidos. Una combinación de hyperpop con industrial y darkwave son los géneros elegidos que acompañan las letras más directas y honestas en la carrera de la artista. “Love is Violence” uno de los sencillos de promoción, un tema electropop conducido por efectos agudos que intentan esconder cierta vulnerabilidad. “Everybody Else” uno de los temas más accesibles del disco, se decanta por una sobriedad en los efectos de voz y tonos pop más tranquilos y melancólicos.

En contraposición “The Hunted” hardcore pasado por los sintetizadores y la consola, en donde Glass da su interpretación más completa, mezclando fuerza y contención. “Fair Game” canción personal, en la que se toma el papel de victimario y se dicen en voz alta aquello que se padeció, remata los puntos altos del álbum.

En conclusión, estamos frente a una obra íntima, que busca exorcizar sus demonios antes de abrir una nueva etapa. Son los terrenos en donde Alice Glass sabe moverse y no los ha mostrado a lo largo de su carrera, un paso seguro y elementos que dominara eran lo necesario para la elaboración de este disco, los escuchas más antiguos no encontraremos sorpresas ni complacencias, pero este es un ejercicio que busca compartir una experiencia esperando encontrar resonancia.