Los Toreros Muertos y su encuentro

Con boletaje agotado y una larga fila que esperaba el momento de la apertura de puertas, aquellos jóvenes que se convirtieron en adultos y siguieron desde sus inicios al irreverente cuarteto representante de la movida madrileña, aquella generación que presenció una década crucial para el rock en español, ahora viene acompañada de sus hijos; y con ellos, una ola de jóvenes que se sumó a la fanaticada que ansiosa esperó 26 años para poder ver en vivo a la banda liderada por Pablo Carbonell en nuestro país. Sin duda era un día especial.

A las 10:00 pm hicieron su aparición Guillermo Piccolini, Alberto Moraga, Many Moure y Pablo Carbonell, todos con atuendos extravagantes, collares de flores y frente al público que emocionado los recibió con gritos y aplausos, dio inicio la divertida y añorada presentación de Los Toreros Muertos. En medio de globos y mucho confeti sonó “Los Toreros Muertos (Ya Están Aquí)”, así la noche comenzó a tomar la forma que mantendría el setlist que por más de hora y media deleitó y puso a saltar a todos sus fans.

La energía se apoderaba del Foro Indie Rocks! con éxitos como “Manolito”, “Pilar”, “Soy un animal”, “Hoy Es Domingo” y “Falagista, mismos que en todo momento fueron coreados y complementados con las ocurrencias y artefactos que el vocalista sacaba de sus bolsas. En medio de la celebración llegó el momento del clímax con “Mi Agüita Amarilla” que retumbó en todos los rincones del recinto, al igual que “Yo No Me Llamo Javier”, himnos indiscutibles de la banda, y confirmaciones de que la larga espera había valido la pena.

Con constantes agradecimientos y prometiendo que regresarán antes que pasen otros 26 años, Los Toreros Muertos dejaron ampliamente satisfechos a los asistentes en el foro, mientras una porra se escuchaba al unísono y comenzaban a despedirse. Demostraron la importancia que tienen en el rock en español y sobre todo la humildad y respeto al público que pagó una entrada, pocas bandas se toman el tiempo y firman un vinilo en pleno concierto. Hoy están más vivos que nunca.