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Un hogar en todas partes

Un hogar en todas partes
Un hogar en todas partes

Captured Tracks / 2014

Artista(s)

Medicine

10/Nov/2014

Comienza el viaje, se enciende la nave, se apagan las luces. En el radar el destino aún no figura claramente. Es la búsqueda de un planeta, de un hogar, de una cura. Si existe una banda que ha transitado por distintos senderos y tropiezos, aquella es Medicine, callando en 2003, regresando en 2013. Llegan con su nueva producción Home Everywhere en busca de ese anhelado sitio.

Pese a la angustiante demora de 10 años, los seguidores de estos shoegazers pueden esperar puntual su medicina este año. La banda regresa con un sonido casi futurista, re-conceptualizando lo que se entiende como noise y llevándolo a nuevos horizontes.

La travesía comienza en “The Reclaimed Girl”, con una triunfal Beth Thompson que sentencia “estoy feliz que hayas venido, pero no vales el drama”. El cambio constante de ritmo, las variaciones en las guitarras y los diferentes recursos instrumentales le otorgan al álbum su propia atmósfera.

Después de escuchar el testimonio de la chica recuperada, el álbum da la vuelta (literalmente) con el tema “Turning”, el noise-pop recupera su supremacía. Junto a varias capas de sonido, una percusión cadenciosa y un coro contagioso, el corte que fungió como primer sencillo asume su lugar como uno de los más cautivadores del larga duración.

Para los aún escépticos, “Move Along _ Down The Road” llega a irrumpir con fuertes acordes, continuando con “Cold Life” y su inesperado final. A medida que el disco va avanzando, la banda encuentra nuevas veredas de expresión. El momento tierno llega con “It’s All About You”, en el que se confirma que hasta el sonido más distorsionado tiene que sentar cabeza tarde o temprano.

Se podría pensar que todo viaje concluye en algún sitio, “Home Everywhere” demuestra lo contrario. El tema que le da nombre al material discográfico comienza con un ritmo de festejo, cual cortinilla de créditos después de una cinta palomera. La canción se bate entre guitarras chillonas, fuertes ritmos de percusión, cascabeles, y una excelsa armonización vocal. La odisea de más de 11 minutos finaliza en una catarsis de ruidos sonoros y ambientación; se ha llegado a tierra firme.

Desde su aparición en el filme de Alex Proyas hasta el día de hoy, Medicine se ha mantenido al margen de la escena norteamericana, nunca abandonando a su fanbase por completo, con trabajos cada vez más solidos y ambiciosos. La banda comandada por el más que experimentado Brad Laner encuentra un lugar en el oído de todos los ávidos a una medicina a la música convencional, un hogar en todas partes.