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Petit Biscuit — Parachute

9

Petit Biscuit
Parachute

Écurie / 2020

Artista(s)

Petit Biscuit

Entre la explosión de sentidos y la caída al aire libre, Petite Biscuit presenta su evolución musical desde las nubes con Parachute.

Siempre que miramos al cielo reconocemos lo inmenso que es y las emociones que despierta. Esa energía interminable es la punta de lanza de la segunda producción musical del francés, Petite Biscuit, para su segundo álbum Parachute. El cual llega de la mano de Écurie y es el sucesor de su debut de 2015 y Presence en 2017.

A lo largo de nueve piezas, el artista hace muestra de su evolución personal y musical con un viaje introspectivo, lleno de altibajos donde sus inseguridades son reflejadas en una guerra emocional. Hay crisis, problemas existenciales y amorosos, y la batalla más grande se encuentra contra uno mismo. Desde su portada, donde podemos ver al joven de 20 años aterrizado en la tierra, ensangrentado y con traje de paracaidista, con ello es posible dar pie a lo climático que parece este material.

Musicalmente hablando, y a tono parecido al de una trinchera, no se sabe que pasa en cada momento. Es una obra impredecible, donde la segunda canción es muy distinta a la primera, y así en sucesivo. Sobre sus sonidos electrónicos hay trap, pop, rock, sintetizadores celestiales, guitarras sublimes y pianos cinematográficos para sentir que estás en un sueño caótico y emotivo.

Petite Biscuit__

La caída al aire libre comienza con el lead single, "Parachute" es tocar fondo siendo consciente de tus errores. Es una caída mirando hacía arriba, a pesar de no saber si volverás a subir, sobre una base sonora llena de emoción con sintetizadores épicos y up tempo. Ya instalados en el campo de batalla emocional llega "Burnin", donde se concluye que tal vez todo este vacío que comenzó la guerra se trataba de amor, de necesitar un poco de cariño de esa persona especial para subsistir los embates de la vida, aunque ahora solo queda aceptar que se va a ir. Todo con un ambiente y energía de club sobre beats coloreados con guitarras suaves.

"Pick Your Battles", junto a Diplo, es una contestación inmediata. La guerra deja de ser personal cuando ves a través de la ventana, por ello es importante definirse y elegir bien por qué objetivo vas a pelear, tal vez para tomar un camino en este caos. El sonido electro y cálido de este tema es parado de golpe con el trap guitarresco de "Take Cover", donde las apologías a la guerra se vuelven aún más solidas. El artista intentó meterse a la imaginación y soledad de un niño abrumado por los enfrentamientos armados.

La vida es una pesadilla, de ninguna manera escaparé de la desolación es mi futuro", encarna Petit Biscuit con dolor para cerrar con un contundente "Estoy cansado de hablar conmigo mismo, pero nunca diré muerte, lo juro".

Parachute dibuja poco a poco mayor complejidad, así como los pensamientos del artista, que van desde una sensación individual de vacío, hasta el desesperación de ver un mundo que se cae por dolor y tragedias. El artista vuelve a mirar al cielo para interpretar una de sus canciones más brillantes, "Constellation". Inspirado por las personas que ya no están y de un modo más sereno, es posible escuchar una serie de reflexiones sobre las personas que se van con todo y sus secretos. A los que estamos acá no nos queda más que aceptarlo. Destacar los solos de guitarra espontáneos que dan latidos de rock y neo-soul a la atmósfera de balada.

"Drivin Thru The Night" y la progresiva "Gwana" son tracks para romper la pista con sus potentes beats. Al lado de los conflictos vive un interés por disfrutar la vida, y es magia que solo te da la noche la encuentras en ambos temas. Son ilustrados por sintetizadores, ligeros coros que están detrás en la mezcla y atmósferas que te invitan a decir "vamos a pasarla bien juntos, sin importar que ocurra al amanecer".

Petit Biscuit

Luego del respiro, comienza el cierre de este Parachute, y "I Leave Again" te traslada a una de las ideas del principio del álbum, esa soledad que te hace recordar a quien amaste y ya no está. Pero también le acompaña el aprendizaje y la aceptación de ya no amar a la misma persona como antes, así que necesariamente hay que seguir con tus proyectos, aunque se abandonen amigos y lugares preciados. La implementación de pianos avanza y el climax del final es, sin duda, uno de los puntos más fuertes del álbum, donde una mirada optimista te hace ver que la guerra está por llegar a su fin.

Es así que llega "Hang On", un tema inspirado en Eterno Resplandor de Una Mente Sin Recuerdos. Este conecta con toda la idea del álbum, con la intención de hacerle saber a tu "Yo" del presente que no es el mismo de antes, pero que la esencia y los aprendizajes no tienen porque olvidarse, ya que ellos te pusieron donde estás, y ahora ves el cielo de manera distinta. A través de sus tres minutos, Petit Biscuit aprovecha para dejar sello de su virtuosidad, esto gracias al uso de un arsenal de elementos sonoros para crear un cierre dramático y reconfortante.

Parachute es una obra que se acerca al colapso de emociones y a la grandeza de los momentos complejos en la vida, donde el cielo es una especie de guía que nos hace compañía según el estado de animo. La gama de sonidos forma un espectáculo sonoro para saltar en clubes y festivales, pero también para disfrutar desde la introspectiva que te pueden dar unos audífonos. Dale play a continuación y adquiere tu edición en distintos formatos al seguir este enlace.