Niños Luchando lleva sus sonidos hasta un nuevo ‘Territorio’

Con máquinas que suenan a guitarras y guitarras que suenan a máquinas, Javier Bolívar da vida a su nuevo proyecto con su álbum debut.

Experimentando con las texturas del indie y llevándolo hasta un punto minimalista, Javier Bolívar transcribe su esencia hasta su proyecto Niños Luchando, uno cuya identidad le obliga a emigrar de cualquier escena imaginada, para encontrarse en un espacio propio donde su pop se halla con la electrónica.

Haciendo de un Territorio su álbum debut, con máquinas que suenan a guitarras y guitarras que suenan a máquinas, Niños Luchando se conduce bajo un universo lleno de misticismo, donde el pop alternativo sucumbe entre sus sonidos y nuestras emociones para así, alumbrar el camino de “Un castillo” en el que perderse es fácil.

“A ciegas”, vigilando y mientras alguien más pone las reglas, Javier Bolívar da muestra de las singularidades que habitan en los ritmos de lo alternativo, agitando los sintetizadores, que crecen y se asientan en cada uno de sus temas, el granadino lleva sus narraciones hasta un punto álgido, donde flechas son disparadas para clavarse en nuestros sentidos.

Siendo un “Refugio”, “un halo de esperanza, una señal más clara, una palabra”, en Territorio los mapas son insuficientes, no sirven, pues guiado por los sonidos y melodías de Moderat y The Postal Service, y alojándose en lo moderno, Niños Luchando lleva la ternura, la agonía y las inseguridades hasta un brillo encantador de un primer álbum acariciado por tonos en blanco y negro.   

Con su participación confirmada para los festivales: Cala Mijas, el Granada Sound, Nosinmúsica y el Festival Tribu, Niños Luchando, de la mano de Javier Bolívar, nos lleva hacia un nuevo Territorio donde no hay nada que perder por medio de Raso Estudio.