Festival Vaivén 2024

Un festival cuidadosamente curado y con una producción espectacular.

El Festival Vaivén 2024 nos llevó en un viaje emocional y sonoro a través de una variedad de actuaciones que abarcaron desde lo decepcionante hasta lo absolutamente épico. Accidentes y obras sobre la carretera complicaron muchísimo el acceso, generando que la mayoría de los asistentes arribaran ya entrada la tarde.

Comenzamos la aventura con el show de NSQK, que desafortunadamente dejó mucho que desear. Con un público apático, fallos notables de audio y un artista que parecía más interesado en su feed de TikTok que en entretener a la multitud, la apertura de nuestra experiencia fue un tanto agridulce.

Sin embargo, todo cambió con la llegada de L'Imperatrice, cuya presentación fue simplemente mágica. La atmósfera se llenó de alegría, baile y pura euforia. Cada tema fue ejecutado a la perfección, con los miembros de la banda irradiando alegría y energía en el escenario. Los espectaculares juegos de luces estroboscópicas y la indumentaria luminosa añadieron un toque futurista a la experiencia musical. Al final, se despiden con mucha efusividad, confirmando que México tiene al mejor público del mundo.

Purple Disco Machine tomó el relevo y nos transportó a una pista de baile disco de proporciones colosales. Con una mezcla impecable de clásicos de décadas pasadas, la dopamina fluía mientras el público bailaba sin descanso.

Pero el clímax de la noche llegó con el espectáculo de Justice. Su último álbum, Hyperdrama, sirvió como banda sonora para un despliegue visual impresionante. Las luces y visuales programados crearon un espectáculo de geometría dinámica que dejó boquiabiertos a todos los presentes. El dúo francés no solo mezcló sus nuevos temas, sino que también nos regaló algunos de sus clásicos más queridos. Al final del set, Gaspard y Xavier se tomaron el tiempo para interactuar con sus fans de cerca, bajando del escenario para firmar autógrafos y tomarse fotos, mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo sobre la icónica cruz que los caracteriza.

La fiesta no habría sido completa sin Black Coffee, quien cerró el festival con broche de oro. Acompañado por un grupo de más de 20 personas a sus espaldas, contagió su alegría y energía hasta las primeras horas de la mañana, exprimiendo las últimas gotas de energía de una multitud que bailó hasta el amanecer.

El Festival Vaivén 2024 fue un torbellino de emociones y sonidos que dejó una impresión duradera en todas las personas que tuvimos la dicha de asistir.