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A 20 años del 'Felt Mountain' de Goldfrapp

A 20 años del 'Felt Mountain' de Goldfrapp

11/Sep/2020

Felt Mountain: fría y elegante melancolía.

Finalizaba el siglo XX y la música electrónica se había legitimado gracias a la evolución que experimentó durante la pasada década de los años 90, atrayendo a un público entusiasta y ávido de escuchar todo lo que estuviese producido con herramientas tecnológicas.

Las mutaciones que presentaba la música en ese momento rompía con el paradigmas de los géneros electrónicos puros, ya  que estas nuevas hibridaciones eran resultado de la mezcla de ritmos y elementos musicales aparentemente opuestos al canon de la electrónica, creando a su vez nuevos estilos y diversificando el panorama.

Era así como bandas y productores experimentaban con el rock, el lounge y otros elementos sonoros para mezclarlos con beats electrónicos y sampleos, buscando crear música electrónica aún mas orgánica y emotiva.

Un claro ejemplo es el álbum Felt Mountain (Mute Records 2020) de Goldfrapp, el grandioso debut de una hasta entonces desconocida Alison Goldfrapp, quién en compañía del músico y productor Will Gregory crearon este épico poema sonoro a lo largo de los nueve temas que contiene al álbum.

Felt Mountain bien podría ser el soundtrack perfecto para uno del los filmes eróticos del director francés Just Jaeckin, ya que  remite a los sonidos del pop de los años 70, combinando con el folk y la electrónica de una forma muy sutil.

Las canciones son interpretadas por Alison con gran sensualidad vocal, haciendo de la voz parte de una estética sonora preciosista gracias a una fina orquestación y arreglos a cargo de Gregory.

El álbum se produjo durante el año de 1999 en una cabaña alquilada en el campo de Wiltshire, en Inglaterra; para Alison y Will resultó algo difícil el proceso ya que no estaban tan acostumbrados a trabajar en esas condiciones, sin embargo el resultado fue por demás notable ya que el disco es considerado uno de los mejores del año 2000 y consolidó tempranamente a Goldfrapp entre uno de los mejores proyectos equiparándolos a bandas grandes como Portishead o Massive Attack.

El sonido del disco es en su totalidad cinematográfico, temas como "Human", "Oompa Radar" y "Horse Tears" nos llevan a escenas cabaretescas y exuberantes, es inevitable no percibir ahí  imágenes sacadas de un filme de Fellini o Lynch.

"Lovely Head", "Dear Stop" y "Pilots" componen una tercia de hermosos temas jazzi orquestales donde Alison improvisa a través de un procesador de voz.

"Utopia" es el punto mas álgido del álbum, Alison Goldfrapp destaca sus dotes de soprano para dar tonos altos y contrapuntear con una voz suave que susurra la letra

It's a strange day
No colours or shapes
No sound in my head
I forget who I am
When I'm with you

El sonido del melotron que está presente durante el da una fuerza increíble y te obliga a seguir escuchando hasta los coros finales, donde Alison lo convierte en un ensueño emotivo.

Irónicamente y a pesar del gran éxito obtenido gracias a su álbum debut, Goldfrapp decidió dar un giro de 180 grados y encumbrarse hacia el electro pop, género mucho mas festivo, fácilmente digerible, menos arriesgado y cargado de mucho glitter; dejando atrás una obra maestra que a 20 años de su lanzamiento ha tomado mas relevancia,  y que a opinión de este humilde melómano, sigue opacando toda la discografía posterior del dúo británico debido a tan fino y delicado trabajo.

Viajemos con Felt Mountain que, sin duda, es y será el disco mas importante de Alison y Greg, esperando que algún día ellos se reconcilien con su obra y ofrezcan un show (online por supuesto) en donde lo interpreten en su totalidad.