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“La tristeza de los 70, sueños utópicos, todo se acabó. La crisis nos ha devuelto a la realidad. Hoy todos necesitan acción. Por primera vez todos hablan el mismo idioma. El tipo de traje quiere el pelo largo. El tipo con el pelo largo quiere un traje. La política no cambiará al mundo. Lo que va a cambiar el mundo es la música, las marcas, el arte, la aventura. Es la vida diaria".
Esta reflexión es compartida por un personaje singular a Philippe (Thimotée Robart), protagonista de Los Magnéticos (Les Magnétiques, Francia, 2021), a modo de descripción de los tiempos en que viven. Un protagonista quien, en sí mismo, es un personaje singular: un joven tímido y callado el cual se expresa mejor (y más adelante demuestra así su amor a una mujer), gracias a una serie de experimentaciones sonoras creadas por él, demostrando poseer un don muy especial para ello.
La ópera prima con sabor indie del cineasta francés Vincent Maël Cardona, tiene lugar en la Francia de principios de los ochenta, la cual está a punto de comenzar a ser gobernada por François Mitterrand; en tiempos previos a la caída de buena parte del socialismo europeo, cuando Alemania todavía se encontraba dividida en dos (gracias a un ominoso muro), y donde Berlín se había convertido en un importante centro neuronal de la música y la cultura underground y vanguardista.
En ese contexto Philippe junto con su hermano Jérôme (Joseph Olivennes) operan una radiodifusora pirata en el pequeño poblado galo donde ambos viven, en la cual el rock (en su mayoría alejado del mainstream) tiene un santuario. Aunque el primero disfruta mucho su labor allí, de alguna forma vive siempre a la sombra del segundo, quien tiene el protagonismo del show radiofónico. “La voz eras tú. Yo era sólo el hermano pequeño que pulsaba los botones, pero se me daba bien. Hacíamos radio, éramos rebeldes y yo estaba muy orgulloso”, dice el protagonista en un monólogo interno del filme, al evocar esos recuerdos.
En contraste, el hogar del personaje está fragmentándose, por la actitud impositiva, conservadora y cerrada de su padre, quien continuamente choca con los arranques de rebeldía frenética y desafiante de Jérôme, al que considera como la oveja negra de la familia.
Dos factores sacudirán la vida y el mundo de Philippe, y serán catalizadores del cambio. El primero de ellos es el enamoramiento que nace y crece en su corazón hacia Marianne (Marie Colomb), la pareja de su hermano. La otra es cuando no consigue evitar cumplir con el servicio militar obligatorio y por ello, se traslada a Alemania Oriental, donde tiene contacto con toda la contracultura imperante allí, y ello amplía sus horizontes musicales y poco a poco, le brindará nuevas y diferentes perspectivas las cuales le harán cuestionarse si debe volver a su hogar y retomar su vida cotidiana, o alejarse de ambos.
Considerado por algunos críticos cinematográficos “el mejor debut francés del 2021”, en Los Magnéticos Maël Cardona mezcla diversos géneros cinematográficos con la misma destreza mostrada por su personaje en la película para crear música a partir de mixes elaborados con cassettes, tapes, micrófonos, tornamesas y otros objetos similares. Todo ello para narrar la historia de maduración de su personaje central, la cual transcurre en un trasfondo íntimamente ligado a él, de grandes cambios políticos, sociales y culturales que transformarán el mundo (y su mundo) para siempre. Y allí, entre nacientes revoluciones y nuevos hallazgos; al ritmo de agrupaciones como Joy Division, Marquis de Sade, The Sonics, The Undertones e Iggy Pop entre otros; Philippe tratará de hallar su propia voz, en este largometraje que también es un canto desenfadado, entusiasta, y con un toque de melancolía; dedicado a la juventud y a un tiempo el cual, visto a la distancia, fue extraordinario a su modo.