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El paraíso dentro del amor de pareja

El paraíso dentro del amor de pareja

03/Feb/2014

Paraíso

Mariana Chenillo

Andrés Almeida, Daniela Rincón, Camila Selser

México, 2013

Canana

La directora Mariana Chenillo (Cinco Días Sin Nora) y el productor Pablo Cruz han encontrado en el cuento homónimo de Julieta Arévalo una emotiva historia de amor en pareja cuando es puesto a prueba por una colección de agentes externos… e internos, pues la mayoría de los conflictos en la trama de Paraíso suceden a partir del hecho de que ambos, Carmen (Daniela Rincón) y Alfredo (Andrés Almeida), padecen de sobrepeso.

La pareja comparte una vida plena en Ciudad Satélite. Ambos tienen sus kilos de más pero esto no les impide ser ampliamente felices. Para que el público no se distraiga haciéndose preguntas a media trama, Chenillo quita los tapujos y retrata a la pareja teniendo sexo desde la primera escena… ahí está, ¡supérenlo!

Carmen y Alfredo habitan su burbujita de amor en pareja y deambulan por su burbuja más grande llamada Satélite protegidos por la familiaridad de su situación. Cada uno representa un tipo de espejo para el otro, cuando se asoman casi pueden verse a sí mismos sonriendo; hasta se visten igual con sus sudaderas rojas. Viven lo que podría ser una definición de paraíso.

Sin embargo, a Alfredo lo promueven a la malvada Ciudad de México, donde pululan seres superficiales y vanidosos que obligan a la pareja a sentir la necesidad de bajar de peso. Resulta doloroso para Carmen aceptar que Alfredo logra tener más éxito en este nuevo emprendimiento ayudados por el grupo/secta tipo WeightWatchers liderados por un excelente Luis Gerardo Méndez (Javi en Nosotros Los Nobles), quien se roba cada escena en la que aparece con sus gestos afeminados y fleco necio… aparte sabes que alguien se toma en serio la pérdida de peso cuando se refiere a la comida en general como "satán".

El salir de su zona de confort, además de sufrir la metamorfosis de su espejo y su mundo, hacen que Alfredo parezca ser demasiado para Carmen, pero, como sabrán aquellos recién ofendidos por la palabra de la S, "Dios aprieta pero no ahorca".

Cabe destacar el trabajo del equipo especializado en maquillaje de Matthew Mungle en Los Ángeles, quienes, a través de prótesis faciales y corporales, le permitieron al personaje de Almeida alcanzar las disparidades de peso observadas en su personaje.

Es difícil encasillar a Paraíso en un género específico que le quede correctamente, lo mejor es recurrir al choteado término Dramedy. El guion de Chenillo incluye chistes audaces y buen timing en las actuaciones para lograr sustraer unas buenas carcajadas del público, al mismo tiempo que las escenas de conflicto y reflexión golpean las emociones más sensibles.