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35 años sin Rockdrigo González

35 años sin Rockdrigo González

Se cumplen tres décadas y media del sismo que sacudió a la Ciudad de México y también se llevó al Profeta del Nopal, Rockdrigo González.

Septiembre es tal vez uno de los meses más significativos para los mexicanos. Si no es por el tema de las celebraciones de independencia, es sin duda por los dolorosos y al mismo tiempo conmovedores recuerdos de los sismos que han sacudido distintas regiones del país, sobre todo la capital. Este 19 de septiembre se cumplen 35 años de cuando comenzamos a recordar a más de 10,000 fallecidos, entre ellos el ícono del rock nacional, Rockdrigo González.

Nacido en Tampico durante la navidad de 1950, Rodrigo Eduardo González Guzmán fue uno de los músicos más prolíficos e influenciarios del rock en México. Perteneciente al movimiento de la música rupestre, el artista se encargó de narrar de manera auténtica y crítica, lo dura y maravillosa que puede ser la vida en una urbe tan grande como la Ciudad de México.

Apasionado por la literatura y el teatro, así como con la influencia de la música huasteca, el rock y el blues, el autor decidió dar un salto de fe en su juventud, dejando la carrera de psicología en la Universidad Veracruzana para irse a vivir a la Ciudad de México. Tras su llegada en 1975 no perdió tiempo y comenzó a tocar sus composiciones en bares e incluso llegó a tocar en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, también trabajó con Javier Bátiz.

Rockdrigo. Foto : Fabrizio LeÛn

Rockdrigo. Foto : Fabrizio LeÛn

Con tan solo una guitarra acústica, una armónica y una colección de caminatas por la megalópolis, Rockdrigo González daba voz a las familias, trabajadores, avenidas, edificios y al estilo de vida que nunca tiene fin. Este ritmo puede ser trágico, de necesidades y de injusticias, pero también de seguir siempre con la frente en alto, de no dejar de formar parte de la vida colectiva, ya que es lo que necesita una ciudad para moverse, de su gente y de su historia.

Por las calles de la ciudad sonaba entonces "Metro Balderas", "No Tengo Tiempo" y "Tiempo de Híbridos". Canciones que fueron estandarte de lo que sería luego el rock urbano gracias a las reversiones de El Tri o de la misma agrupación fundad por Rockdrigo, Heavy Nopal.

Pero detrás de esos afamados temas también estaba "Balada del Asalariado", "Ratas", "El Campeón" o "Distante Instante". Estos narraban de manera dolorosa y sobre todo inteligente la situación social que se vivía en un México agobiado por los problemas sociales, por la pérdida de las raíces, las crisis económicas y el desamor desesperante.

El denominado Profeta del Nopal sacaba también un lado bueno de todo esto, el cual venía gracias a la manera de abarcar los pequeños detalles de la vida y darles un toque de simpatía. Bueno o malo, era más que nada una manera optimista de ver el panorama, una pequeña salida a los problemas y tal vez, un guiño hacia un mejor futuro.

Hurbanistorias fue el único material que se editó en vida del artista. Un cassette de 12 tracks que incluía sus canciones más famosas con el que pudo llegar a la televisión y a la radio con su música. Desafortunadamente fue en su apogeo y justo unas horas luego de haber dado un show como parte de las celebraciones del diario La Jornada que el sismo de 8.1 grados sacudió a la "Vieja Ciudad de Hierro" que perdió la vida. Fue encontrado su cuerpo con su entonces pareja Françoise Bardinet en los escombros de su hogar en la Colonia Juárez.

Años después el sello discográfico Pentagrama se encargó de materializar muchas de sus canciones en cuatro materiales, No Estoy Loco, El Profeta del Nopal, Aventuras en el Defe y una remasterización de Hurbanistorias. En ellos fue posible acercar toda su leyenda a las nuevas generaciones que siguen latiendo con la ciudad que Rockdrigo González atesoró con decoro.

Siendo uno de los referentes más importantes del rock nacional, Rockdrigo González fue un ícono de aquel rock que comenzaba a reformarse en México tras años de censura. Su leyenda queda guardada en una estatua al interior del Metro Balderas en la linea uno, esto como homenaje a una fuente muy noble de historias para conocer la ciudad antes del sismo y las calles que apenas comenzaban a llenarse de pavimento.

A 35 años de su muerte, la ciudad no ha dejado de tener millones de "historias hirientes, igual de indiferentes al amor y a las gentes". Te invitamos a escuchar algunas de sus historias a continuación.