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Entrevista con James Blake

Entrevista con James Blake

Roy Rojas
Rebecca Cabage

Rebecca
Cabage

11/Feb/2019

¿Quién es James Blake?

“A lo largo de nuestra vida vamos descubriendo poco a poco nuestro verdadero yo; y, a medida que lo descubrimos, perdemos parte de nosotros mismos”, dice Tsukuru Tazaki. Puede ser. Pero también abundan otras alternativas para acercarnos al conocimiento de nosotros mismos; otras formas de responder la pregunta que nos hacemos todos los días frente al espejo, por las mañanas, y que probablemente nunca logremos contestar: ¿quién soy yo?

¿Quién-carajos-soy-yo?

Por ejemplo, tal vez el verdadero “yo” existe dentro de una coraza que se va abriendo mientras vamos creciendo hasta que se cae completamente y queda nuestro interior al aire libre. Un caparazón, digamos, que cubre la esencia con diferentes capas hasta que el núcleo se descubre así mismo en un renacer personal. Ese caparazón es una protección del entorno y perderlo no implica que algo de nosotros desaparezca, porque en realidad representa deseos y expectativas que el entorno ha puesto sobre nosotros. También puede ser que no exista algo como el verdadero yo, sino muchos “yo” existiendo en diferentes momentos de nuestra vida que se van transformando, llegando incluso, a desconocerse unos de otros. Todos auténticos. Pueden chocar, pero al final son parte de uno en el amanecer diario.

¿Quién-carajos-soy-yo?

Tsukuru Tazaki, el protagonista del libro Los años de peregrinación del chico sin color del autor japonés Haruki Murakami, puede errar en lo que dice. De no ser así cómo entenderíamos el nuevo álbum del músico inglés James Blake, cómo explicamos la armonía en equilibrio de una mente que solía divagar en la existencia humana y que ahora abre su interior para gritar que está enamorado. Cuatro álbumes después no ha perdido su esencia, solo se ha transformado a voluntad propia. “No voy a hacer el mismo disco el resto de mi vida. Siempre voy a cambiar. He estado cambiando desde mi primer canción. Cambio en cada lanzamiento”, narra en entrevista a Indie Rocks!. James Blake no deja de ser él en su música, se descubre en otras formas, más parecidas a sí mismo, sin abandonar lo que era. Sobre su nuevo lanzamiento Assume Form sostiene. "Quería que fuera diferente. Y el siguiente tal vez sea más para explorar. No pienso mucho en la estructura, hago la música como va saliendo. Hay gente que le gusta mucho más este álbum que otros, está bien. Hago música para expresarme. Entiendo al aprecio de los fans, pero también entiendo que necesitan sonidos diferentes, porque de otra forma, se aburren".

A todo esto, ¿quién carajos es James Blake? ¿Por qué es importante hablar de él? Porque es el músico inglés que colocó en la mira de occidente un sonido peculiar, “soul electrónico” o post dubstep. Apareció en las portadas de las revistas más emblemáticas de música y obtuvo calificaciones positivas en medios especializados, giras alrededor del mundo, aplausos de otros artistas y colaboraciones con músicos como Kendrick Lamar, Beyonce, Frank Ocean, OPN, Travis Scott y Jay-Z. Assume Form, su cuarto disco, era uno de los lanzamientos más esperados de 2019. Pero algo pasó. No resultó lo que la crítica esperaba. El sonido y las composiciones son diferentes. Las letras cambiaron. “Estoy orgulloso. Estoy feliz. Me siento en paz”, dice desde Los Ángeles, California, en donde ahora radica.

¿Es el cambio de ciudad lo que influyó en el sonido? ¿Es el clima? ¿Es el amor que siente por la actriz Jameela Jamil responsable de que haya abandonado aquellas composiciones cuasi experimentales en donde la producción era fundamental? ¿Es este sentimiento responsable de las letras tan abiertas en donde expresa su amor? ¿Ha perdido parte de su esencia? “Tal vez sea el sol, es más caliente comparado con donde vivía, es como si siempre fuera primavera. La vida es más lenta que en Londres y eso me ha ayudado mucho, estoy más tranquilo, soy muy afortunado, tengo un poco más de dinero, puedo tomar un descanso si así lo quiero. No es fácil lidiar con la salud mental cuando no tienes acceso a terapia, a otras cosas que te pueden ayudar, es difícil cuando tienes problemas de ese tipo. Ahora soy muy optimista. Me siento más colorido”, agrega el ganador del Mercury Prize por su aclamado segundo álbum Overgrown.

James Blake está cambiando, y eso no es bueno ni malo, sino una forma de ser. ¿Es auténtico? Sí. ¿Es honesto? Sí. Cambia lo que piensa y evidentemente cambia su forma de componer. Quizá más adelante regrese a sus composiciones primarias, tal vez no, pero tampoco ha perdido algo para seguir siendo él. “Soy de Inglaterra en donde somos más contenidos. Creo que la masculinidad tóxica está en todas partes. Estamos hablando de la represión, del acto de no decir como te sientes, Inglaterra es particularmente así. Pero en todo el mundo los hombres son motivados a no decir cómo se sienten, porque mostrarían debilidad. Contra eso es contra lo que debemos luchar, obviamente debemos pelear por cualquier género, por todos”.

Si hay algo que llamó la atención del nuevo lanzamiento fue una colaboración, pero no la que hizo con Travis Scott, ni la participación de André 3000, sino el duo que formó con la cantante española Rosalía. “Nos mantuvimos en contacto desde hace seis meses, su disco es jodidamente increíble y en cuanto lo escuché quería colaborar con ella. En el primer día hicimos las referencias. Y trabajamos un par de días. Ya veremos en el futuro, pero estoy orgullosos de las cosas que hicimos juntos en el álbum”, afirma Blake. No puede ser solo él, tiene que incluir más personas para conservar su esencia. Para cuidar ese núcleo de sí mismo.

La pregunta sigue en el aire. Cuando despiertas y miras el sol que atraviesa tus cortinas. Cuando te levantas a trabajar en la rutina capitalista. ¿Quién soy “yo”? ¿Quién eres tú? ¿Quién es él? ¿Quién es ella? ¿Quién-es-ella? ¿Quién-carajos-es-ella? ¿Quién es James Blake? ¿Perdemos el tiempo si lo preguntamos? Dicen que si te preguntas si eres feliz es porque en realidad no lo eres. Bajo esa premisa, ¿existimos si nos preguntamos quiénes somos? ¿Alguien lo sabe, lo sabrá? Y si la pregunta es incorrecta, quizá el verbo debería cambiar, de “ser” a “estar”, porque no somos, sino que “estamos siendo”. Hoy somos de una forma, mañana podemos cambiar, y después regresar a lo primero, pero lo importante se encuentra en vivir tal cual nos imaginamos que debemos vivir, como dice el inglés. “Cuando abro mi mente me siento aliviado, me siento presente, siento que estoy viviendo mi vida, siento mi cuerpo, y estoy viendo mi vida”.

Quién sabe, puede que al final podamos ver todos nuestros “yo”. Pero es una posibilidad. Igual nunca lo sabremos. Pero si nos lo preguntamos, nos acercamos más a eso que imaginamos que somos. O que nos gustaría ser.

“Es posible que tenga una cara insospechada para quien conoce mi otra cara. Como la cara oculta de la luna, siempre entre tinieblas”,  Tsukuru Tazaki.

 

Roy Rojas

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