Quienes acostumbramos acudir a conciertos ciertamente "subterráneos", sabemos que existe una ley no escrita que dictamina el finalizar pasada la media noche. En el caso de la presentación de Hocico el pasado sábado, si bien se esperaba que el evento llegara a su fin entrada la madrugada, nadie imaginó lo que ocurriría.

El cambio de foro el mismo día del concierto causó cierta desconfianza, pero a pesar de la confusión, los fieles seguidores de este importantísimo dúo mexicano se dieron cita en el antes conocido como Bleú, donde los organizadores anunciaron la apertura de puertas a las 9 de la noche.

A la entrada del Foro Reforma se distinguían hasta 3 filas, una para hacerte acreedor a un brazalete, otra para entrar al lugar ya con brazalete en mano y de la otra nadie nunca estuvo seguro. Pasadas las 10.30 PM, después de varias vueltas y muchas preguntas, la gente seguía sin accesar al recinto. Los encargados de seguridad daban largas y terminaban por desinformar a los asistentes, quienes veíamos desfilar al interior del foro adolescentes acompañados de sus papás y chicas, que claramente no alcanzaban la mayoría de edad, maquilladas como pastel de Sanborn's y con tacones que apenas les permitían caminar.

Una vez dentro, el caos seguía presente. Las secciones originalmente designadas para la venta de boletos no se respetaron y quienes se suponía contaban con barra libre, peleaban por un mesero que les atendiera. Mientras terminaba de entrar la gente, y esperabamos a la primer banda de la noche, la música de fondo sonaba a un volumen muy bajo, gracias a que al otro lado del lugar se celebraba una graduación preparatoriana.

Los mariachis terminaron por amargarle la noche a muchos; si se subía el volumen a la música, la gente de la fiesta lanzaba hielos y chiflidos hacía donde estabamos. El altercado no pasó a mayores, quienes festejaban en la graduación se encontraban en la misma situación incómoda que quienes fuimos al concierto.

Por fin salió a escena Bestias de Asalto, banda local que a decir verdad pasó sin pena ni gloria, pero logró a aligerar el mal sabor de boca. Llegó el turno de Sin D.N.A., banda texana que elevó los decaídos ánimos y puso a bailar a la mayoría de los entes vestidos de negro que esperaban ansiosos la salida de Racso y Erk.

La acústica del Foro Reforma no es digna de admirar y en esta ocasión no fue la excepción. Hocico pisó el entarimado cerca de las 2.30 AM y dio inicio a su presentación con el sonido más espantoso de la noche. Para esta hora ya se había colado gente de la graduación de a lado, quienes querían seguir la fiesta sin saber que era lo que estaban viendo.

La voz de Erk se perdía entre las secuencias, el tiempo corría y la falla seguía sin ser solucionada. No es justo decir que el encargado de la consola era malo en su chamba, simplemente no lo pudo demostrar porque se quedó dormido. Tras más de 2 horas de retraso en un evento se comprende el cansancio y que el sueño haga de las suyas.

A pesar de que el "ingeniero" fue despertado, el sonido no mejoró de manera considerable, pero final de cuentas, si hacemos a un lado el retraso, los mariachis, los hielazos, el pésimo sonido y el ingeniero dormido, se trató de un show increíble. No hay nada que reclamar a Hocico, quienes dieron todo en el escenario, pero desgraciadamente, esta única y especial presentación para México se vio opacada por las peripecias siempre latentes en un evento de corte independiente.

Esperemos que Hocico venga de nueva cuenta a presentar El Último Minuto en un ambiente mucho más decoroso, pues como se escuchó por ahí: "No es justo que una banda idolatrada en Europa reciba este trato en su propio país".