Un Multiforo Alicia medio vacío, o medio lleno, como lo quieran ver; el hecho fue que la asistencia no rebasaba la mitad de la capacidad del foro y se debe reconocer que aquellos que pudieron presenciar el debut en México del nuevo proyecto de Alexandre Erian (Despised Icon) fueron verdaderos afortunados, ya que shows así de pesados y rápidos son ya pocos.

Viernes: noche de hardcore, metalcore y patadas en la cara. Se abrió el pit con Never Ending Days, A Call For Revenge y para la llegada de Beneath The Horror, pasadas las 21 h, ya había una presencia digna del primer moshing hardcore. ¡Oh, el horror!, el sangriento y violento ritual de soltar puños cerrados y patadas voladoras a la concurrencia era más que necesario. Es de rescatar que no hay mejor manera de apoyar a las bandas locales que, tanto hombres como mujeres, practiquen ese taconazo tan extremo durante los primeros sets de la noche.

Se soltó la enorme manta que leía en grande Obey The Brave mientras la pista se preparaba. Pasadas las nueve treinta, puntualmente, se escuchó una pista pre-grabada con un tema de Usher (hip-hop para desconcertar a la muchachada) y con jerseys de basketball, bermudas, tatuajes hasta en las tripas y cara de furia, la agrupación canadiense soltó la bomba con “Lifestyle”. Open pit, circle pit, mosh y brincos a la orden, con violenta obediencia la banda obtenía lo que pedía.

Durante una hora no paró la violencia (con consciencia, claro está), en la plancha del Multiforo Alicia; la falta de quórum permitió que se pudiera bailar sin problema alguno y hasta armar un circle pit durante “Full Circle”, tema nuevo que puso en alto al público nacional frente a los invitados de Quebec. "Vine aquí hace casi seis años con Despised Icon, y jamás pensé que podría regresar a su bello país; gracias por estar aquí y por apoyar a la escena" dijo con su rasposa y grave voz Alex, invitando junto a sus compañeros, también miembros de Blind Witness, al pit y al baile.

Entre tema y tema de repente soltaban beats y pistas de hip-hop para darle al evento un particular sabor callejero que ciertamente refrescó y demostró por qué esta banda va como bólido en la escena mundial con apenas un álbum: son creativos y diferentes. Con una presencia en el escenario para intimidar al más fornido, sumado a un ingeniero de audio digno de un estadio, Obey The Brave dejó en claro quién es el líder. Obedezcan. 

La noche del jueves tuvo lugar un evento lleno de locura, copetes, faldas de holanes y corazones nostálgicos que se dispusieron a escuchar una vez más la música que formó parte de los inicio del rock and roll en México; Los Locos del Ritmo decidieron apadrinar a la nueva generación del rockabilly: Los Black Jacks.

El Lunario, lugar conocido por albergar la crema y nata de la música, abrió sus puertas a un público que ha vivido en carne propia la transición del sonido y el ritmo en nuestro país, el cual estuvo acompañado por jóvenes con atuendos clásicos que daban muestra de baile sin improvisación alguna, como si de una competencia se tratase.

El evento dio inicio a las 21:00 horas con la leyenda viviente Jaime Almeida como presentador, quien, entusiasta, dio la bienvenida a Locos del Ritmo. Para ese momento, la audiencia lucía apacible sentada en las escalinatas del recinto, pero una vez iniciado el concierto sucumbió al ritmo de su juventud y se vio obligada a levantarse y bailar como si no hubiera mañana, convirtiendo la primera sección del Lunario en una pista de baile llena de giros, color y diversión en su más pura expresión.

Con temas clásicos de su amplio repertorio, Los Locos del Ritmo abrieron el apetito musical con “Pólvora”,seguida de “Haciéndote el Amor” y “Aviéntense Todos”. Con su fundador, José Negrete, en los teclados y Lalo Toral, los aplausos no dejaron de llover al escuchar “Chica Alborotada” y la emotiva interpretación de “Tus Ojos” en voz de Mario Sanabria. Al finalizar, el muy animado Jaime Almeida anunció a una banda que desborda estilo: Los Black Jacks.

Enfundada en camisas negras y amarillo, la agrupación logró adentramos en una cafetería americana de los años 60. Los rebeldes con anteojos oscuros continuaron con el gran ambiente que las leyendas  del rock and roll habían dejado gracias a temas como “Pandilleros” y “Tin Marín”, no sin antes anunciar el lanzamiento de su nueva producción, Los Black Jacks en Directo Desde Radio Infierno.

Cada uno de los temas nuevos fue aceptado como si fueran grandes éxitos; lass coreadas “No Se Bailar” y “Me Robe Tu Corazón” marcaron el inicio del final de una noche de nostalgia exitosa en todos los sentidos. Y, como cereza de la malteada, la última pieza fue una interpretación en conjunto de Los Locos del Ritmo y Los Black Jacks, cediendo así la batuta a una nueva generación de rock & roll en México.