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Octopoulpe — Kichompré

8

Octopoulpe
Kichompré

Devilfish Corp. / Rodado Ponchado Records / 2020

Artista(s)

Octopoulpe

Octopoulpe, música furiosa que encuentra orden en el caos.

En el contexto actual pareciera que el final del mundo se encuentra cerca y cada día que transcurre es un paso hacia el apocalipsis. ¿Pero cuál sería el sonido que mejor definiera la extinción de la especie humana? Probablemente algo sucio donde prevalezca el ruido bien ejecutado sea la mejor respuesta. De igual forma, la ironía y el humor son elementos que no pueden faltar inclusive en momentos de crisis.

Por lo anterior, uno de los músicos relativamente jóvenes que mejor puede sonorizar cualquiera de los días actuales es Octopoulpe. Sus características son tan extrañas como la música que ejecuta. Con orígenes en Corea del Sur y Francia, desde el 2015 se ha enfocado en recorrer el mundo para mostrar su fusión de hardcore-punk con math rock y toques de noise.

En ese sentido, lo que vuelve todavía más especial al músico es la forma en la que se presenta en sus conciertos. Su única acompañante es su batería y mediante pistas grabadas simula ser una banda completa. Además oculta su rostro detrás de una destartalada máscara que asemeja los tentáculos de un pulpo. Tanto en sonido como en imagen muestra un estilo similar al del dueto Lightning Bolt que inclusive hace algunos ayeres ofreció un concierto en el Foro Indie Rocks!

Para este 2020 este particular terrícola presenta su segundo material a través de los sellos mexicanos Devilfish Corp. y Rodado Ponchado Records en el que a través de 15 composiciones ofrece un recorrido por los confines más caóticos de la música. Sus canciones suelen ser de corta duración y pocas veces rebasan los dos minutos de duración al estilo de la versión más violenta de Black Flag.

A su vez, al escuchar temas ejecutados a máxima velocidad como “Digou Planet” y “Piece of Crap” las máximas referencias son los enmascarados de The Locust y el trío japonés Boris en su versión más agresiva. La energía es tan fuerte que se transmite a través de las bocinas y puede provocar la explosión de los oídos más delicados.

Mientras la mayoría de las piezas están cantadas en inglés, también destacan otras como “Korean Proverb” en donde el multiinstrumentista se confirma como un políglota. Aunque más allá del idioma, la energía supera cualquier barrera y provoca que el trabajo puede ser disfrutado por personas de cualquier nacionalidad.

Quienes se encuentren en búsqueda de sonidos tradicionales y convencionales deberán dirigir sus esfuerzos a otros lugares. El resto puede descubrir en Octopoulpe a uno de sus próximos proyectos favoritos. Un aspecto visual que rompe con estereotipos y música sudorosa para sacudir la cabeza son una combinación mortal.