Gold Panda
The Work

Susurros íntimos.

“Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura”, Frank Zappa.

Hay veces que los recursos que nos brinda la escritura no nos alcanzan o mejor dicho, las palabras no tienen la capacidad de aprender el objeto al cual nos queremos acercar o intentamos explicar y definir.

Con la música sucede un fenómeno muy particular y en específico con los que dedicamos nuestra pluma a temas sonoros; la pregunta surge a medida que redondeo mis ideas sobre el oficio de reseñar discos, ¿Cómo hablar de aquello que no tiene palabras, de eso inefable e inabarcable por el lenguaje escrito? Las conjeturas son amplias y carecen de una senda definida, pareciera que a ciegas y a tientas intentamos cruzar un camino que conocemos, pero que nos es difícil transitar y esto me sucedió con el nuevo álbum de Gold Panda, The Work.

Un trabajo sonoro lleno de sutilezas que provoca las más diversas emociones que nos hace recorrer el viejo sendero a casa, pero con los ojos cerrados y los demás sentidos atentos a todo lo que nos rodea.

En el álbum se incluye un homenaje a Dean Friedman y su tema "Lydia" publicado en 1978.

Hace varios años, un amigo mío me dio un disco de Dean Friedman, había estado viendo The Wire y cuando escuché la línea en 'Lydia' tuve que repetirlo y jugar con él. Traté de convertirlo en un ritmo para algunos raperos, pero nunca pude hacerlo bien. así que espero que esto inspire a la gente a hacerlo de nuevo".

"The Corner", es construida sobre un sample de la canción de "Friedman", la acompaña un video filmado en las calles de Berlín que retrata un día común de una skate. Así se siente el trabajo de Gold Panda, como salir a pasear una tarde sin rumbo fijo, solo concentrados en disfrutar.

"I´ve Felt Better (Than I Do Now)" nos transporta a la pista de baile con un beat animado y una voz robótica que gesticula con los placeres de una noche en el dancefloor, cadencias múltiples que nos mueven las fibras más sensibles, este tema promete prender los clubs alrededor del globo con su frescura.

Escuchando The Work, siento a Gold Panda cómodo, jugando a ser lo que le gusta ser, sin pretensiones ni disfraces innecesarios, tomándose el tiempo necesario entre proyectos y materiales publicados. La nueva entrega de Derwin Dicker a.k.a. Gold Panda contiene una música que no es tan fácil de encasillar en algún género, emoción o lugar, pero que fácilmente se adapta a nuestro andar, a nuestro fluir, a nuestro oído y a nuestro sentir. Es como dejar que un amigo te susurre al oído sin palabras los sonidos que deseas escuchar en tu vivir cotidiano.

El título del disco da luz al estado actual en el que se encuentra Derwin. Ya que se tomó 6 años desde su último lanzamiento en 2016, "Good Luck And Do Your Best". Con The Work, escuchamos la dedicación que ha tenido para su persona y, en consecuencia, para su música que se escucha en su mejor momento y llena de experimentación, pero sin perder la identidad que lo ha marcado durante su trayectoria.

Retomando la cita de Zappa, reafirmo y compruebo que no es trabajo sencillo adjudicar palabras a las sonoridades del mundo, queda al oído la responsabilidad de resonar y escucharse a sí mismo, de reconfigurarse y reinventarse con cada espectro que llega a él. A nosotros nos queda sufrir o disfrutar las consecuencias.