De la extinción viene el resurgimiento
De la extinción viene el resurgimiento

“Worlds Apart”, porque la vida tangible ya no es el hábitat de aquel que inmóvil reposa en una caja, aquella alma que se ha escapado del cuerpo encerrado en el féretro que es transportado a su última morada; un oscuro comienzo para el memorial sónico de una banda que lleva en el nombre la tragedia de cargar con un muerto en sentido figurado. Pallbearer ofrece dedicación absoluta en este material que precede al glorioso Sorrow and Extinction grabado en el año 2012.

“Foundations” nos arrastra a esas oscuras atmósferas que acaparan más tiempo que una canción promedio; la banda no se preocupa por hacer éxitos radiales, sino por crear largas alegorías que bien podrían musicalizar una lenta y amarga marcha mortuoria con un féretro a los hombros.

Tonos bajos y pesados, solos de guitarra como cuervos esperando sacarte los ojos en “Watcher in the Dark”; golpes contusos al piano, casi 11 minutos de pena y gloria, y el luto permanente de esta banda originaria de Arkansas, terrenos que en la sangrientas conquistas fueron arrasados por la viruela.

“The Ghost I Used To Be” es un mensaje claro de esta agrupación que busca llegar a más escenarios, a más mentes atormentadas y oídos necesitados de tinieblas; el siguiente paso en una sólida tarea creativa. La voz de Brett Campbell nos recuerda a un joven Ozzy Osbourne, con devaneos stoner de fondo; la próxima banda favorita de los iniciados en Mastodon o su introducción a las oscuras ciencias del doom.

Piano Rhodes al inicio de “Ashes”, voces lejanas que reverberan y se lamentan por lo que se ha extinguido, los remanentes de pasadas alegrías, la ceniza en nuestras frentes que indica que aparentemente no somos pecadores. “Vanished” es el primer puño de tierra para dar principio al fin del entierro, las cabezas bajas que observan la última morada, los últimos arañazos del recuerdo del que se ha ido.

Billy Anderson, quien tiene en su experiencia haber trabajado con Melvins, Sick Of It All, Witch Mountain y Neurosis, fue el encargado de la producción de este material que tal vez haga que Pallbearer figure en las listas de lo mejor del metal de este año, pues es otra de esas bandas que salen del underground pero no gracias a un jugoso contrato o la explotación de su imagen, sino por arriesgar todo lo que tienen en pro de la creación musical.

“We're always shifting, and always becoming” es la última frase, el epitafio de esta tumba que ha quedado cubierta,. Pallbearer seguirá su camino honrando demonios y enterrándolos, dejándonos lecciones de siniestra psicodelia.