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Black Rebel Motorcycle Club — Wrong Creatures

9

Black Rebel Motorcycle Club
Wrong Creatures

Vagrant Records / 2018

Artista(s)

Black Rebel Motorcycle Club

¿Qué pasó con el rock & roll? Nada, sigue ahí.

Han pasado casi dos décadas desde aquel LP debut de un trío de californianos que arremetieron contra un género que se creía casi extinto. The Strokes, Interpol y Kings of Leon hacían lo propio, pero carecían de arrogancia y salvajismo. Era una agrupación con un equilibrio perfecto entre el sexo, las letras rebeldes y el garage en su máxima expresión. Nacía una banda que otorgaría de nueva cuenta el significado emblemático de portar una chamarra de cuero y exhalar bocanadas de humo dentro de tu alcoba mientras escuchabas sus temas a todo volumen en un viejo estéreo. Un pequeño anarquismo de nombre Black Rebel Motorcycle Club.

Ahora, 20 años después de su formación y con un cambio de baterista, nos obsequian su octava creación. ¿Pero la vieja guardia sobrevive a los estragos del pop y hip hop que azotan a la era actual? La respuesta está esculpida en 12 temas que arraigan nostalgia, que tienen propagada la muerte en sus letras como un oscuro sentido del humor y usan una fórmula infalible e incorruptible. Un asentamiento de cabeza mientras una ligera sonrisa se esboza en tu rostro al reproducir el disco. Un simple “sí”.

“DFF” es un preámbulo, como si una función de cine estuviera por empezar y el público espera expectante la primera imagen. “Spook” y “King of Bones” comienzan sin piedad. Clásicos instantáneos de una banda que busca los caminos más ásperos para seguir por esa senda de pandillerismo que no sigue reglas. Que les gusta tener una veintena de pedales en sus pies para resaltar los sonidos más crudos y ácidos. Bajos y guitarras que parece fueron grabados en el interior de una alcantarilla. Black Rebel Motorcycle Club está más vivo que nunca.

“Haunt” y “Echo” evocan la sutileza en Wrong Creatures. Bajan los decibelios pero son un fino manjar de sonidos que traspasan tus oídos hasta llegar al cerebro de manera sutil. Tal vez la última mencionada sea una de las mejores pistas dentro del catálogo de la agrupación, con una letra muy profunda que nos recuerda lo que pasó un poco en aquel lejano Howl dejando el acústico en segundo plano.

“Ninth Configuration” toma aquella pauta que sugirieron en su antaño clásico “Awake”. Empezar con poco, que el tema se desenvuelva por si solo para dejar que la letra y la voz en conjunto de Hayes y Been originen uno de los tracks más finos del disco. Guitarras que van en ascenso y una contundente batería de Shapiro respalda los casi siete minutos de duración. El viaje se encuentra en progreso, sin tambalearse. Cinco largos años nos dejaron en espera, pero vale la pena cada maldito segundo que transcurre en los auriculares.

La placa llega a su séptima pieza y lo más sublime del material comienza con uno de los mejores bajos creados por la pandilla de motociclistas: “Question of Faith”. La música crea una atmósfera increíble para la letra de desprecio. I’m a shattered heart, I’m the buried knife… canta Robert aludiendo a una fallida relación. “Calling Them All Away” podría ser una canción creada en la década de los 80. Suena shoegaze pero moderado, sin ser tan explícito, volvemos a la calma pero la lírica suena en lo alto, un eco conmovedor resalta las vocales y se denota ese sentir ante las adversidades que se entrevieron ante la creación del álbum.

“Little Thing Gone Wild” es un flashback, un single que sin duda pudo estar inmerso en el primer zarpazo de la banda. El trío llega con poder, con un hastío hacia los temas chocantes que suenan a diario en la radio cotidiana. El amor hacía los orígenes subsiste. “Circus Bazooko” es la canción más divertida y siniestra del trabajo. El título nos dice todo. La armonía que emana podría ser tomada de una pesadilla con una caja musical de protagonista como de una mala fortuna conceptualizada en una analogía.

“Carried from the Start” y “All Rise” auspician el fin, y tal vez como elogian los de California, nadie estaba preparado para esto. Todos nos debemos levantar aunque nuestra mente se quebrante. La lucha y los sentimientos que originan la batalla, deben seguir hasta el fin.

Black Rebel Motorcycle Club no es predecible, pero se mantiene fiel hacia sus creencias. Wrong Creatures tiene todo el ADN de los veteranos, aunque con letras más profundas y pensadas, la longevidad y los encuentros cercanos a la muerte que empieza a arrastrar la agrupación pesan en esta entrega. Ya no son aquellos bad guys que querían comerse el mundo a guitarrazos y bourbon. Ahora son unos viejos lobos de mar que exploran en nuevas cosas para poder seguir creando lienzos sonoros. Todo el rock & roll subsiste tras 20 años de historia. Nada ha cambiado.

Lee la reseña de Hipnosis, la visita más reciente de la agrupación a México.