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Billie Eilish — Happier Than Ever

8

Billie Eilish
Happier Than Ever

Darkroom / Interscope / 2021

Artista(s)

Billie Eilish

La joven superestrella Billie Eilish nos muestra su lado más vulnerable.

Para su segundo material discográfico de larga duración, Billie Eilish tenía toda la presión del mundo encima. A su corta edad, todos los reflectores parecían apuntar hacia ella y su hermano Finneas en 2019 con la salida de su álbum debut, When We Fall Asleep, Where Do We Go? El posterior mega éxito de este álbum solo elevó su estatus de celebridad a niveles que ella nunca esperó y, a la vez, generó otra oleada de atención negativa hacia su imagen y de gente que pensó que su aclamo era inmerecido. Todo ello lo puedes ver más a detalle en el filme documental The World’s a Little Blurry

Una serie de premios más tarde, incluyendo el Grammy por Álbum del Año, también después de hacer un tema Bond con Hans Zimmer y tener un libro y un documental sobre ella, Billie Eilish parece no preocuparse mucho por complacer, sino que nos brinda un segundo álbum que no busca ser una calca de su debut, pero que no se distancia demasiado del sonido que le ganó tantos adeptos. 

Billie-Eilish-Happier-Than-Ever

Happier Than Ever contiene algo de ironía en su título y se siente más personal que cualquier cosa que haya hecho en el pasado la joven cantante, temas como la superación de una relación abusiva y el lidiar con la atención negativa son clave en estos 16 temas. A lo largo de 56 minutos, Eilish batalla con diversas emociones desde la angustia, la pérdida, la ira y la autoaceptación al ritmo de sonidos tan diversos como R&B, pop, folk, electrónica, industrial y hasta rock.

La impecable producción de Finneas, el arma secreta de Billie Eilish, brilla una vez más aquí, desde sonidos delicados de guitarra acústica, bajos que demandan escuchar con audífonos o un buen estéreo y en un ambiente libre de bullicio, hasta experimentos interesantes con el R&B y la electrónica minimalista. Uno puede perderse en la delicadeza y emotividad de “Your Power” o moverse suavemente al ritmo de “Billie Bossa Nova”.

“Getting Older” introduce el disco con un distante arpegiador y una descripción de lo que se siente madurar para la cantante estadounidense, los obstáculos de la fama y el reto de superar una relación abusiva. Estos son temas que explora de nuevo más adelante en “Your Power”, “NDA” y el tema titular, es un adelanto de lo que nos espera.

Con “I Didn’t Change My Number”, Finneas nos da una probada de aquel sonido electrónico minimalista, parte ominoso, parte seductor que explotará en diversas partes del álbum con la peculiar y etérea voz de su hermana que describe su lado más vulnerable. 

Donde brilla más la parte experimental de la producción viene más adelante con “Oxytocin” y “Goldwing”, dos de los cortes más interesantes que nos ha dado Billie Eilish. El primero recuerda la combinación entre lo siniestro y lo sensual de la música de Trent Reznor, el segundo combina una especie de canto gregoriano compuesto por delicadas y bellas armonías vocales con una especie de beat de reggaeton, suena confuso, pero funciona.  

En cuanto a los sencillos promocionales, “My Future” tiene una carga muy personal, de empoderamiento y autoaceptación (“I’m supposed to be happy with someone, but aren’t I someone?”), por otra parte, “Lost Cause” de sonido R&B noventero se siente un tanto superficial a comparación a pesar de que entra en la parte de la superación del susodicho.

“Not My Responsability” con su minimalismo es más que solo un interludio, líricamente hablando es fundamental para adentrarnos en la mente de la artista y comprender cómo lidia con el body shaming y la atención negativa hacia su sonido y su forma de ser y actuar. Hace un año Billie Eilish lanzó un videoclip con el mismo título, en el cual se le veía a media luz despojándose de sus vestimentas holgadas características, al ritmo de un sintetizador ascendente y descendente, encima de todo su voz cuestiona las críticas que recibe sobre su imagen y su decisión de cubrir su cuerpo por comodidad y para evitar ser sexualizada. Como parte de un álbum tiene sentido y es un mensaje que vale la pena escuchar, pero después de escucharlo muchas veces, probablemente te la saltarás. Afortunadamente hace la transición a “Overheated” que aprovecha su sintetizador minimalista para un tema más movido e interesante.

“Your Power” es uno de los momentos más emotivos del álbum, la voz de Billie Eilish brilla más que nunca en medio de una cámara de eco y con tan solo una guitarra acústica para acompañarla. “Try not to abuse your power / You might not wanna lose your power, but power isn´t pain”, canta la joven con una voz que parece que en cualquier momento romperá en sollozos. Es arrulladora y a la vez muy potente, prueba de que menos es más cuando se trata de transmitir emoción, es una tema sobre control y manipulación en una relación con el que muchas personas se pueden sentir identificadas y empatizar. 

La parte media del álbum baja un poco el impulso inicial con “Halley’s Comet” o “Everybody Dies”, pero hacia el final cobra nuevo vuelo. “NDA” es la canción que más se acerca al sonido de When We Fall Asleep, Where Do We Go? con sus armonías vocales y sonido un tanto tétricos, es un continuo crescendo que hace una transición perfecta hacia “Therefore I Am”, el momento más movido, pegadizo y el hit más evidente del disco. 

La recta final del álbum continúa en ascenso con “Happier Than Ever”, una balada acústica muy retro en su primera mitad, la cual da un giro y se convierte en la canción más estridente y catártica que nos ha dado Billie Eilish. Guitarrazos y gritos expresan la angustia de la cantante -con influencia de Phoebe Bridgers por ahí- y su deseo de desprenderse de una persona nociva. Desafortunadamente, después de una serie de señales de superación personal, “Male Fantasy” cierra en una nota agridulce y desalentadora donde Eilish admite que no podrá superar a esta persona por más que intente olvidarla. 

En general, Happier Than Ever es un álbum redondo, emocionante y cohesivo, expande el sonido de la cantante, pero con casi una hora de duración pudo prescindir de momentos que lo vuelven un tanto tedioso a la mitad. Por suerte, se recupera en el último tercio y hace de este un exitoso segundo esfuerzo -sin contar su EP debut- que está a la altura de las expectativas. 

Si no te enganchó el particular sonido y estilo de Billie Eilish en el pasado, difícilmente cambiarás de parecer con este nuevo disco. Si, por el contrario, ansiabas más de lo que te hizo fan en primer lugar y a la vez algo nuevo mientras esperas que aquel concierto cancelado en el Palacio de los Deportes se reprograme algún día, no estarás decepcionado. 

 

Canciones esenciales: "Oxytocin", "NDA", "Therefore I Am", "Happier Than Ever", "I Didn’t Change My Number"

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Bleachers — Take the Sadness Out of Saturday Night

6

Bleachers
Take the Sadness Out of Saturday Night

RCA / 2021

Artista(s)

Bleachers

04/Ago/2021

Nacido en Estados Unidos, lo nuevo de Bleachers.

Bleachers, proyecto liderado por el célebre productor Jack Antonoff, nos presenta su tercer álbum de estudio Take the Sadness Out of Saturday Night, traído por RCA. Éste es un material que abreva directamente de la tradición del rock americano. Aquella que cada tanto se vuelve una reflexión sobre las promesas incumplidas del american dream y la resaca personal que deja cuando despiertas de éste. La decepción que sigue después de saber que las necesidades no son cubiertas y los deseos no son satisfechos, es exorcizada por la esperanza del nuevo comienzo, presentado en la clásica cinemática del auto a media noche que va por la autopista dejando el pueblo detrás con una canción de Bruce Springsteen a todo volumen.

Porque más allá de; Dylan, Francis, Cobain o Del Rey, es The Boss el tótem frente al que se mueve Antonoff, tanto así que participa en la canción “Chinatown”. Take the Sadness Out of Saturday Night es lo que sucede entre “Born to Run” y “Dancing in the Dark”. Difícil pensar que estos dos oriundos de New Jersey no se encontraran en algún momento ya que Springsteen sigue siendo una figura difícil de eludir y Antonoff, en los últimos años se ha forjado un nombre, sobretodo en la producción de los discos referentes de estrellas pop.

Si bien Antonoff no se ha deslumbrado por las grandes luminarias, Bleachers sí palidece a su sombra. Ya que, a pesar de lo distinta que pueda ser la música de Lorde o Taylor Swift, lograba transmitir su esencia, creando un sello reconocible, cosa que no vemos aquí. Como en “How Dare You Want More”, prácticamente un cover acompañado por la E Street Band, ineludible comparación por el sólo de saxofón.

A través de 10 tracks el disco nos muestra sus cartas, siendo prácticamente la misma mano en cada uno de ellos. Si bien hay temas que destacan como “91” con su grandilocuente sección de cuerdas, “Secret Life” una balada acústica que cuenta con un cameo (por no encontrar mejor termino) de Lana Del Rey y Stop Making This Hurt que nos muestra un esbozo de lo que este disco pretendió ser, al combinar el estilo indie del grupo con el sonido del rock clásico estadounidense. La carencia más grande del disco es la falta de un himno al cual asirse, esa canción que es un clásico inmediato y que es reproducida hasta el cansancio, es interpretada a todo pulmón en karaokes y coreada por miles de personas en estadios, esa que en los proyectos en los que ha colaborado Antonoff sí existe.

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