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Belly — DOVE

7

Belly
DOVE

Belly Touring / 2018

Artista(s)

Belly

DOVE: Cómo ser una riot grrrl 23 años después.

Por lo regular cuando pensamos en el tercer álbum de una banda nos imaginamos que deben llevar cuatro o cinco años juntos, en este caso Belly se tomó 23 entre su segundo y este tercer larga duración ya que 1995 fue el año en el que la banda decidió separarse, a pesar de contar con bastante reconocimiento por ser parte importante de la oleada de rock universitario que dominaba la radio de USA en ese entonces y encontrarse de gira como teloneros de R.E.M. en su gira europea.

Pero como sucede en muchos casos, la nostalgia –y a veces una que otra cuenta por pagar–, Tanya Donelly (vocalista y guitarrista) decidió reagrupar su banda en 2016 para salir de gira y ya encarrerados y con ayuda de PledgeMusic (un servicio similar a Kickstarter) grabar su tercer álbum el cual nos ocupa el día de hoy.

DOVE es un álbum que para bien o para mal –según sea visto– no parece haber sido realizado en la época actual. Exuda 90 por todas partes, desde su portada hasta cada uno de sus tracks. No hay un solo elemento que nos muestre que Tanya, alguno de los hermanos Gorman o Gail Greenwood hayan escuchado música nueva estas ultimas dos décadas, lo cual –quiero aclarar– no es necesariamente malo.

Se escuchan bastante cómodos y encanchados en su estilo que –si tuviésemos que definir– es una mezcla entre Sheryl Crow, The Breeders (donde de hecho Tanya participo en algún momento), algunas guitarras de My Bloody Valentine y armonías vocales muy al estilo de Fleetwood Mac. El álbum es agradable y tiene algunas buenas melodías y uno que otro coro interesante, pero carece de “gancho”. No hay nada memorable: un riff, una melodía, un coro, algo que se quede a vivir en tu cabeza.

Tal vez lo más cercano es “Mine”, tema con el que abre el disco y esa reminiscencia a Sleater- Kinney que nos muestra en “Army of Clay”. Pudimos haber obtenido el mismo resultado y la banda hubiera presentado la misma cantidad de ideas con 15 minutos menos de los 52 que tiene de duración. Definitivamente el sonido de DOVE es un dulce sabor a nostalgia, a guitarras y a buenos momentos vividos, pero no por vivir.