The Hu en el Lunario del Auditorio Nacional

Poder, estridencia y energía de épocas antes de Cristo.

¿Se acuerdan de The Metallica Blacklist?, ¿el infame disco tributo a Metallica con interpretaciones de José Madero de PXNDX, Ha*Ash, Juanes, J Balvin, IMS… Entre otros?, ¿No? 

Bueno, pues además de ese combo de artistas que hicieron que les explotaran las tripas a los true fans de Metallica de rabia, pero había otra lista de artistas que los fans no sé si aceptaban o solo toleraban. 

Y alejados de los invitados un poco más obvios para ese disco tributo, había una versión de “Through The Never” interpretada por The Hu, ganándose un montón de fans con sus cantos guturales y usando instrumentos tradicionales como si fueran verdaderos demonios mongoles.

Gracias a todos los dioses antiguos a alguien se le ocurrió traerlos, porque desde el mismo momento que los conocimos teníamos la curiosidad de verlos en vivo y enfrentar su música parados frente a ellos para verlos interpretar sus extraños instrumentos. Además, son un bandón, más allá de la curiosidad, su música está más allá del bien y el mal.

La destrucción de cerebros comienza

The Hu se sube al escenario del Lunario, inmediatamente el público se vuelve loco y comienza a gritar “¡hu, hu, hu!”, cuál grito de guerra. Vatos greñudos con playeras de su banda de metal favorita, morrillas con playeras de Kimetsu no Yaiba, compas con yeras de Star Wars, por ahí se veía un canijo con playera de Misfits; el público de The Hu es así de variado.

Apenas termina “Shihi Hutu” y los fans vueltos locos comienzan a gritar sus rolas favoritas “¡Yuve Yuve Yu!”, “¡Genghis Khan!”, “¡Wolf Totem!” … ¡Compas, claro que las van a tocar! Aguanten, ñeros. Hay que tener paciencia… Pero es chido ver la euforia de los fans completamente en vivo.

¿Es esto un concierto de metal o por qué no hay solos de guitarra?, es una locura que los solos de guitarra sean reemplazados por poderosos, estridentes y chirriantes solos salidos del morin khuur que suenan tan violentos que sacudir la cabeza es completamente inevitable.

Algo que se me hace muy interesante y medio demencial es cómo además de la barrera del idioma, que impide al público cantar los gritos de guerra de sus letras, también está la compleja técnica de canto gutural milenaria que al ser imposible de imitar provoca que el público levante el puño con más intensidad y furia.

Una ceremonia de devastación de guerreros antiguos

Al final no sé qué tanto, todos los que sacudieron sus cabezas y gritaron cual guerreros anoche, sintieron que más que un concierto de metal fue un ritual hunnu al estilo antiguo, que por momentos sonaba más a una celebración de siglos atrás con atmósferas mágicas y espirituales; y menos a riffs heavy metal.

El concierto fue un in crescendo de poder y testosterona, empezando con rolitas que más bien son viejos poemas hunnu y cuentos infantiles hasta llegar a los cantos de guerra más agresivos para terminar con “Sad But True”, cover de Metallica, como encore. Sinceramente, ese cover tocado con morin khuur, tovshuur, percusiones tradicionales mongolas y los guturales rituales suena mucho mejor que la versión original.

Gracias a Gala, Jaya, Enkush y Temka por existir y abrir el portal a otro tiempo, así como a otro mundo.