Patti Smith + Soundwalk Collective en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris

La poesía punk con memorias audiovisuales nos recordaron el poder y responsabilidad de estar vivos.

La “madrina del punk”, Patti Smith, aterrizó en el asfalto capitalino ayer 1 de marzo junto a sus amigos del colectivo Soundwalk, proyecto creado por el músico francés Stephan Crasneanscki, para darnos una noche inolvidable y como pocas, en la que, la mezcla de poesía punk con la proyección de videos impresionantes, hizo de las suyas para conmover a la audiencia que se dio cita en las inmediaciones del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. 

El recinto se llenó alrededor de las 20:20 H, el ruido y las luces intermitentes de los celulares de los asistentes que llegaban, se empezaban a apaciguar cada vez más hasta quedar en completo silencio y oscuridad. Patti Smith entró al escenario acompañada por Stephan Crasneanscki, iluminando el camino con una linterna. Al instante, una serie interminable de aplausos la ensordecieron.

Tal como en el cine, la pantalla detrás del escenario empieza a proyectar imágenes y cortos grabados durante los viajes hechos por Crasneanscki, las cuales muestran aspectos de la naturaleza y su deterioro, animales disecados en un aparador, lobos noctámbulos en un bosque, hielo en su estado más puro, niños, personas y más. 

Todo esto con distintos formatos como la doble exposición, infrarojo, blanco y negro e inlcuso, hasta por ahí se colaron algunos cuadros de películas de Andréi Tarkovski como Andrei Rublev o Pasolini del director Abel Ferrara, donde el protagónico lo tiene Willem Dafoe.

La voz de Patti Smith nos acompañó en ese viaje audiovisual con poemas y relatos que hablaban del cambio climático, la hambruna, el pasado, el dolor, el duelo y la naturaleza. Leyendo sus manuscritos conforme avanzaba la noche y desmembrando las hojas que tenía acumuladas en el atril y, en ocasiones, a sus pies. Ella solo hacía pausas repentinas para hidratarse y para echarse agua en el rostro.

Para completar la experiencia inmersiva, en el escenario vemos a varios artistas del colectivo Soundwalk bien configurados con violonchelo, timbales, campañas de todos los tamaños, xilófono, sintetizadores y computadoras, así como audios ambientales grabados durante 10 años por Crasneanscki.

El sonido es envolvente al grado de llevarte a distintos lugares a través de la narrativa de Patti Smith y, por si no fuera poco, también hay un momento en el que el propio Crasneanscki va desgarrando la superficie de un bloque de hielo con un piolet en mano. 

Para el encore, la artista estadounidense se aventó un palomazo con su amigo Lenny Kaye tocando la guitarra, deleitándonos con “Because the Night”, de la cual mencionó estar muy emocionada, porque justo se celebraba el aniversario de boda con su fallecido y querido esposo Fred Smith. 

También cantó “People Have the Power” y comentó que estaba muy feliz de ver a tanta gente en el centro de la CDMX alzando la voz y dispuesta a movilizarse (guiño al arranque de campaña de Sheinbaum), porque sí, con este show ella nos recordó el poder y la responsabilidad de estar vivos.

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