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28/Ene/2023
La cita estaba marcada para el día 27 de enero, a las 20:45 hrs. La gente se comenzó a aglomerar frente a la taquilla de nuestro querido Foro Indie Rocks! a pocos minutos del comienzo. Algunos se estaban poniendo al día con los compas que no veían desde el año pasado y otros echaban el “jocho” o el cigarrito, en contra de cualquiera de las nuevas normas. Todos sabíamos lo que necesitábamos para coronar una larga semana, pero estoy seguro que solo pocos lograban dimensionar el nivel de frenesí que estábamos a punto de experimentar. Los Cogelones nos esperaban y estaban listos para fundir nuestros cerebros.
La noche sufrió un ligero retraso por el caos que domina las calles de nuestra ciudad, pero en el momento en que las luces se apagaron y los instrumentos comenzaron a sonar, no hubo ser capaz de frenar toda la energía que se acumuló dentro del Foro. Apolo fue el primer proyecto en tomar el escenario, y aunque al inicio de su presentación sufrieron algunos problemas con el sonido, los chihuahuenses fueron capaces de adueñarse del escenario conectando de manera casi inmediata con el público.
La energía de Apolo fue suficiente para activar el espíritu, mientras se comenzaba a irradiar una potencia incontrolable desde el centro de la pista de baile. El trabajo de lo integrantes junto a las grandes interacciones con el público del frontman Albar, sentó las bases para una noche llena de slam y headbang, ya que fueron varias las ocasiones en las que el vocal se entregó al público, uniendo su cuerpo al ritual que se formaba dentro del foro. Los músicos dejaron el escenario ente aplausos de un público que quedó con ganas de más y con la espina de saber cuando será el próximo concierto de los chihuahuenses.
Al terminar esta presentación, el staff de escenario comenzó una odisea para posicionar todos los elementos necesarios para el concierto estelar. Los instrumentos autóctonos anunciaban la llegada de los guerreros de Neza, quienes estaban listos para librar una batalla contra inmovilidad corpórea y el olvido de nuestras culturas originarias. Los Cogelones subieron al escenario guiados por el sonido de una concha y la bruma generada por el incienso y las máquinas de humo, cada uno portando sus marcas de guerra.
Al comienzo, la banda nos dejó disfrutar algunas de sus nuevas piezas que formarán parte de su próximo material de estudio, sobre el que mencionaron que no se podrá escuchar en ninguna de las plataformas de streaming musical, “si alguien quiere escuchar nuevas canciones de Los Cogelones, debe venir a nuestros conciertos”. Esta última frase solo emocionó al público, quien descubrió que este era un ritual único e irrepetible.
Uno de los momentos cumbre de la noche llegó cuando subieron al escenario los pupilos de Los Cogelones con sus instrumentos de banda de guerra y comenzaron los primeros acordes de “Mexica”. La gente explotó en éxtasis cuando dos guerreros mexicas se hicieron presentes en el escenario y al poco tiempo bajaron hacia el público para formar parte del baile errático que se estaba formando en el corazón de la pista. Los ocho minutos de duración de este sencillo fueron insuficientes para lo que estaba sucediendo en la pista, todos olvidamos nuestras diferencias por un momento y formamos parte de un ente que bailaba sin preocupaciones al ritmo de las trompetas militares.
El setlist se completó con “Danza del Sol”, “Nubes Grises” (que para esta canción el buen Marcogelon exigió ver nuestros mejores pasos de rock and roll armando un buen bailongo en la pista), seguida por “Hijos de puta” que todos cantamos de principio a fin y con unja dedicatoria especial para los que se hacen llamar policías dentro de nuestra nación. Sin duda, este fue un gran concierto en el que pudimos reflexionar sobre nuestro origen y nuestro rol activo dentro de la conservación de nuestro planeta, además de que pudimos mover el cuerpo sin miedo a sufrir la terrible inmovilidad causada por el sedentarismo moderno. Que no se olvide, que de Neza para el mundo, ¡Los Cogelones rifan!