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Antidoping en el Pabellón Cuervo

Antidoping en el Pabellón Cuervo

Oscar Castillo
Cortesía OCESA

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OCESA

17/Jul/2017

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Pabellón Cuervo

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¡Vida al reggae mexicano! Antidoping: 25 años de resistir.  

Hace unos ayeres, un revolucionario argentino predicaba. “Solo existe un sentimiento mayor que el amor hacia la libertad, que es el odio a quien te la quita”; una generalizada definición de resistencia. Pero, ¿ante qué se resiste? A las injusticias, al encubrimiento, al rechazo, a la discriminación, a las matanzas, a los abusos, al tiempo. Sí, al tiempo. Y en dos décadas y media han sido el gratificante ejemplo a la resistencia. ¿Pero a qué “resiste” la música que hace Antidoping? Pues bueno, únicamente resisten y seguramente, continuarán resistiendo. La moraleja es simple: Antidoping es la banda de reggae más importante a nivel nacional, eso sin duda.

Una noche de fiesta, pues no ha habido mayor trofeo que cuando se goza el logro que se refleja en el andar de los años. El trofeo del éxito se seguirá iluminando a cada paso que se dé. Era en realidad un sábado de alegría y euforia, 25 años no son pan de cada día. La única razón que existía para reunir a la familia mexicana de la Ciudad de México que adora el reggae era evidente: Antidoping cumplía un año más. ¡Grandes años a ellos!

La cita estaba agendada desde hace más de tres meses. El pachangón se planeó con tiempo, con dedicación y delicadeza. Los padrinos, compadres, colegas y amigos estaban acordes a la celebración. El día del aniversario había llegado.

El Pabellón Cuervo está listo para recibir a los parientes más allegados a la banda de Jacobo y compañía; un cumpleaños familiar, niños y ancianos eran bien recibidos. Las puertas del patio trasero de Palacio de los Deportes recibieron a sus invitados antes de las 5:00 de la tarde. En el interior, la mezcla de reggae está sonando ya; desde Bob Marley hasta Los Cafres. Era noche de hierba y sonidos, de abrazos y buenas vibras: Era noche de reggae.

Los invitados especiales de Antidoping lograron dar un toque excelso y gratificante al evento. La versatilidad musical fue una cama suave y resistente para recibir a la familia del reggae mexicano. Entre ellos, Ganja y su reggae directo y enfático logró acumular, encender y despertar la energía que se encontraba en el recinto. El reggae estaba vivo. Será una noche inolvidable.

Mi smartphone me informaba la hora: 21:00 H. Detrás del escenario las sombras daban una alegría emergente: Antidoping estaba en la casa, estaba para nosotros, estaba vivo.

El grupo estaba completo, don Pedro agitaba los platillos mientras Ángel lanzaba acordes reconocibles. Diego hacía vibrar la diversidad de sonidos y Jacobo saltaba al escenario. Los festejados estaban listos, estaban de pie, estaban completos. ¡La fiesta inició!

"Que alegría estar estos 25 años con ustedes. Las manos arriba por nosotros y por este hermoso país", alentaba Jacobo, voz principal de la banda proveniente de Coyoacán mientras de fondo “Ready” hacia vibrar el ambiente. La masa se acumulaba cerca del escenario. ¡Estábamos hambrientos de nuestro reggae! De inmediato, sin dejar terminar el primer track. “Aquí Jah” iniciaba sus partituras y fue como una "reggae señal" de que estábamos listos. "Celebrando 25 años de resistencia a nuestro sagrado reggae mexicano", inspiraba Jacobo.

Las canciones e insignias de la voz de Antidoping comenzaron a sonar una tras otra “La noche cayó en el barrio” –con una típica cumbia reggae local–, “Cha, Cha, ska”, “Como hacer saber al destino” y “Whatta life”. La energía se sentía, se fumaba, se vibraba. Así bien, al avanzar la noche, un invitado de honor llegó al escenario para hacernos transcurrir en el pasado, Pepe Grela estaba en la casa, primero acompañando con su inigualable saxofón, para después acribillar todo el tiempo de su lejanía cantando temas importantes, aquellos que marcaron una generación. "Esta es su fiesta, ustedes son Antidoping", inspiraba el ex vocalista. Y, detrás de esas palabras, “Roots, rock, reggae” hacía vibrar el foro; el lugar estaba a estallar. ¡Era una enorme celebración!

Los éxitos, aquellos que deseábamos corear, comenzaron a sonar: “Esfuerzo universal” y “Sal a caminar” en colaboración de Manu desde Argentina aportando en la batería. Y sin contemplar el tiempo que ya había avanzado, el momento de viajar lejos estaba comenzando, pues “Medicina” comenzaba a entonarse; un reggae lento, profundo, reflexivo. "Esta canción es para toda la familia que nos ha aguantado durante 25 años. Es suya queridos nuestros", repetía Jacobo con melancolía en el tono antes de interpretar "Juego a muerte".

La noche estaba por terminar, los presentes estábamos sobrepasados del máximo vicio musical: la música reggae. Era importante asistir a la celebración de aquella banda que comenzó a finales de 1992. La despedida clásica era inevitable, van y vienen; ya ni nos sentimos. El regreso, en verdad, fue una fiesta inmensa, imparable y espiritual. “Lola” fue la motivación final para terminar como se debía de hacer. Slam, saltos, coreos, imparables bailes, manos levantadas, y dreads en  los aires; teníamos que terminar como ellos, Antidoping, lo merecían.

Una noche verdaderamente increíble, irremplazable e inolvidable. Antidoping cumplía 25 años y lo celebraba en grande tirando la casa por la ventana para darle a su gente, a sus Antidoping, lo que merecían pues, como lo mencionó Pepe: "Esta es su fiesta, ustedes son Antidoping".

La conmemoración fue en grande, con un espectacular cierre por parte de Alika. La noche de celebración para la agrupación más importante de reggae mexicano dejó en alto tal jerarquía. Con aplausos, agradecimientos, insignias, aliento y resistencia, nuestro sistema de seguridad, nuestro gobierno y nuestras riquezas, Antidoping se despidió como lo grande que son.

Oscar Castillo

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