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Coachella 2013 Día 3: El arenoso día musical

Coachella 2013 Día 3: El arenoso día musical

Editorial
Cynthia Flores @cherryflores_

Cynthia
Flores @cherryflores_

13/Abr/2013

El último día empezó con Thee Oh sees. La gente acostada en el fresco pasto vivió un concierto, mientras que los que se ubicaban en el epicentro del slam disfrutaban de otro al ritmo del garage de los de San Francisco. Una fuerte presencia de la batería, un bajo predominante, una voz misteriosa, coros chillones, cascabeles, panderos, canciones cortas con final inesperado y más garage. Presentación breve pero sustanciosa en las que escuchamos más sencillos del nuevo Floating Coffin. Un grupo que no interactuaba verbalmente con el público pero dotó de energía a todos los participantes del slam.

Después, Grimes - con su flequillo color naranja - jugaba y sampleaba como una chiquilla. Era la única a cargo de recrear su sonido; con ella dos bailarinas. La imagen que proyectaba en la pantalla a ratos desenfocaba, complementando el discurso visual de su proyecto. Extensos loops y atmósferas. Ya para terminar su presentación tuvo problemas con su micrófono pero recapituló todo con simpatía."Genesis" fue el tema con el que cerró, generando una gran ovación por parte del público.

Los veteranos de Dinosaur Jr. en el escenario Outdoor también convocaron al slam. J Mascis agitaba su cabellera blanca al compás de: "Rude", "Out There" y "Feel the pain". En un momento alertaron con que lo que venía era lo más hardcore: cover de "Training Ground", y a través de la pantalla la situación entre le público se veía más violenta. Ya casi al último, este espacio comenzó a llenarse de adolescente que ansiaban la psicodelia de la banda siguiente - y de moda -: Tame Impala.

Social Distortion tuvo una corta presentación, plagada de fans, looks punketos con cuerpos tatuados que bailaban al compás de "I Was Wrong", "Sex, Love and Rock 'n' Roll", "Gimme the Sweet and Lowdown" y "Story of My Life".

Durante esa tarde se podía sentir que de los tres primeros días del Coachella, ese sería el más frío. Los asistentes comenzaron a comprar sudaderas oficiales del festival por necesidad; las gafas y paliacates en la boca a la orden. Las personas que llevaban gorros de mamíferos, y de los que en un prinicpio me mofaba por la ridiculez de portarlos con tal calorón, ahora resultaban los más cómodos y abrigados. Lo que comenzó como un fuerte viento se tradujo en una tormenta de arena.

Pero regresando al terreno música, la suave voz de Sixto Rodríguez tenía que sobresalir entre tanto ruido, sólo había que poner un poco de atención, rebasar a la gente dispersa y lejana al escenario para poder estar con los que realmente querían gozar de esta leyenda. La canción más coreada -y con un gran sentimiento- fue "Sugar Man". Sixto no dejó de dar clases de guitarras durante todo su show con todo y su outfit: sombrebro negro, gafas y chaleco. Me atrevo a decir que fue de los más aplaudidos del festival.

Él sólo salió para demostrar ques es más fuerte que el viento; subió al escenario para ser juzgado por ese ojo de Sauron (o sea, la rueda de la fortuna que se dejaba ver al final de la carpa), eso dijo J. Tillman, quien mantuvo todo un discurso ácido durante su show con su proyecto Father John Misty. Sí, tal vez escuchar más de cinco canciones de FJM de flojera pero es un acto en vivo altamente recomendable. Pretencioso o no, ¡qué importa! Es todo un showman. Ahí demuestra q su proyecto es lo que es debido a la ligereza con la que lleva la vida, sin tomarla tan enserio. Y la verdad no le sienta nada mal; refleja autenticidad. Movimientos corporales extraños, golpecillos en su cara, vueltas, azotes en el piso fue algo de lo que se pudo apreciar. Sin importarle el tiempo, decidió cantar una más: "Hollywood Forever Cemetery Sings"; supongo estaba motivado y la pasó bien.

Salir del calor de la multitud ya no resultaba tan agradable. Cruzar de escenario a escenario (que la verdad no estaban tan lejos) era tener ganas de ir a ver a la banda. Llegué a la última canciòn de Wu-Tan Clang, mejor dicho a los últimos versos. La gente alzaba la palma de sus manos y armaba una "w". Ovaciones por todos lados al haber hecho un homenaje a su ex integrante Ol' Dirty Bastard. Un chico en silla de ruedas - en el público - cargado por sus compañeros, ahí el reflejo de la fraternidad.

RHCP por un lado y Dead Can Dance por otro. La verdad es que considero a los angelinos el ajonjolí de todos los moles... esa carta ya está gastada. Sin embargo, siempre tendrán a un cuantioso público que sí corea pero no se siente entregado (hablo del público gringo).

Después de las críticas de DCD en México, la curiosidad era demasiada. Para esa entonces mucha gente ya había optado por abandonar el festival por la condiciones climáticas y el hartante polvo. Momento épico ver a Lisa fundirse con la intensidad del viento mientras que en la voz de Brendan se escuchaba:"we are the children of the sun".  Pese alguna fallas técnicas, DCD supo aprovechar esa energía de la naturaleza (parece q la mandaron a hacer) y entregarse a un público muy pequeño pero de valor.

Así concluyó el primer fin de semana de Coachella. Aún falta el segundo pero ese ya nos tocará verlo por el streaming.

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