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A 10 años del disco homónimo de Cults

A 10 años del disco homónimo de Cults

Sonidos inesperados y situaciones agotadoras. 

 

Tell me what's wrong with my brain

'Cause I've seem to have lost it

¿Mi esfuerzo por ser feliz sirve de algo? Esa fue la pregunta que me hice después de que terminé de escuchar por primera vez Cults, el álbum homónimo de la agrupación neoyorquina. Siendo una adolescente afligida, escuchar hablar a Madeline Follin y Brian O’Blivion sobre los corazones rotos, el (des) amor y la necesidad de encontrarle sentido a la vida, me conmovió de una manera muy particular, fue como si el disco me escuchara y al mismo tiempo me golpeara con fuerza, en pocas palabras podría explicarlo como un LP estimulante y agotador. 

*Let's go back in time* En 2010 Madeline y Brian se aventuraron por un proyecto musical al que nombraron Cults. La plataforma Bandcamp fue la encargada de recibir sus primeras pistas y una vez consolidada, la banda publicó su primer EP Cults 7". Su amor por la música les llevó a grabar rápidamente su primer LP; material que la crítica valoró como “lleno de personalidad”. ¿A qué se referían con ello? Bueno. Recorrer las 11 pistas que lo componen es toda una experiencia; hay mucho drama en las canciones fantásticas que viajan en sintonía de un rock con tintes de soul. 

Cults tiene una agradable inclinación por la música de los 60. El disco mantiene una producción retro lo-fi y carismática; lo ideal para poder disfrutar de los sonidos y mover el cuerpo mientras lloramos con sentimiento. Por ejemplo, la apertura del álbum “Abducted”, es una buena referencia cuando se trata de puntualizar la idea de “rolas divertidas” que narran cómo te rompieron el corazón. Pese a que el disco lleva 10 años en el mercado, sus melodías continúan simpatizando con los escuchas ¿la razón? Aborda temas universales. Todos hemos sufrido alguna vez. Normal. Pero así como hay sentimientos oscuros, también te anima a salir de ese abismo. 

“I'm so tired of thinking about the things that I have been missing”

Las guitarras, los sintetizadores y la batería son los instrumentos que alimentan su esencia. Son estos los que te hacen sentir feliz, triste y parte de una década totalmente diferente; es un sube y baja de emociones. Los ritmos cambian pero mantienen la misma línea, incluso es posible que para aquellos que aún no escuchan el disco les parezca un poco pesado, sin embargo, todo se hace ameno cuando Madeline Follin toma la batuta y su voz es el instrumento principal de todas las pistas. 

Saber pedir ayuda cuando más lo necesitas o salir adelante por tu propia cuenta, son algunos de los temas que abordan tanto “You Know What I Mean” (uno de los tracks centrales), como “Oh My God”. Todas y cada una de las 11 canciones que componen el disco son nostálgicas y afectivas. ¿Qué hay del final? “Rave On” te invita a soltar lo que hace daño, es una pista compleja y necesaria para cerrar la producción. 

El lanzamiento de este material fue un parteaguas para Cults ya que permitió que la banda se identificara de lleno con su esencia vintage. Sus mensajes inesperados le permitieron trascender con éxito y hoy a 10 años de su lanzamiento, vuelvo a escuchar el disco y lo miro desde una perspectiva totalmente diferente; ya hay más luz y menos oscuridad. El homónimo fue, es y seguirá siendo una experiencia inesperada.