El rapcito de dinero, mujeres, lujo y poder es aburrido, por eso no está aquí.
Dinero dinero dinero, aprende algo dinero. El tercer día de Pitchfork Music Festival CDMX 2025 sucedió en el Estadio Fray Nano el sábado 3 de mayo, aunque para poder ingresar a trabajar como reportera primero tenía que firmar una responsiva que deslindaba a la organización del festival sobre cualquier incidente que pudiera ocurrir sobre mí, esto al mismo tiempo que el Grupo IR! me otorgaba un seguro que cubriría gastos en caso de suceder algún accidente dentro del venue.
Una vez dentro era evidente que al menos la mitad de las personas que estaban ahí querían ver a Beth Gibbons, no importa si la razón de ello era Portishead o su primer disco solista, estaban a punto de vivir el sueño; al resto claramente le gusta el rap fino y elegante, quizá las drogas, o todo junto. Solo personas conocedoras ese día, si me lo preguntan.
Tal vez Rejjie Snow no le interesa a muchas personas y por eso fue quien dio apertura al escenario, yo pienso que antes has escuchado más de una canción suya pero no lo sabes. Este humano infravalorado es versátil, conectó 100% con el público que lo estaba viendo e hizo que todxs se sintieran en confianza diciendo en distintas ocasiones que nadie les juzgaría estando ahí. Rejjie es como un amigo buena onda que después de su set te encuentras caminando por ahí entre todxs.
Días anteriores noté a muchas personas quejarse porque Machine Girl era relativamente temprano, pero no entiendo, solo hay un escenario y estás pagando por un festival, disfruta todo lo que puedas y más, ¿ok?, qué aburrido llegar solo al final. Mientras avanzaba el set recordaba eso de “No te preocupes, Machine Girl no es real” y pues sí se siente así. Es una de esas bandas que en vivo te hace querer tener 20 años y rodillas sanas para no cansarte después de cargar a Matt Stephenson en el crowd surfing. No esperaba nada de ellos y ahora quiero verles otra vez.
Earl Sweatshirt y Roc Marciano con The Alchemist nos dieron dos horas de buen rapcito. Esta era la primera vez de Roc Marci en México, pero no de Alan; juntos son todo lo que está bien para mis oídos y, aunque la interacción con el público fue mínima, el tiempo se sintió como si hubiese durado solo cinco minutos, no soy científica, pero sí puedo comprobar que eso sucede cuando estás viviendo un momento feliz, además, ¿hay algo que The Alchemist no haga bien? Por su parte, Earl también estaba en el país por primera ocasión, llegó y se fue con una mochilita puesta. Playerita rosa, gorra y luces mayormente rojas acompañaron a Brad Britt durante una noche levemente lluviosa. Para este punto la cantidad de asistentes había aumentado un poquito y quizá eso hizo que mientras avanzaba el show, Earl platicara y se divirtiera más con el público.
Pasó una hora para que el escenario volviera a estar ocupado y, en punto de las 21:40 H, apareció Beth Gibbons acompañada de siete increíbles músicxs. Estuvo ahí durante una hora y poco antes de terminar inició “Glory Box” para hacer todo aún mejor. Escucharla full band es una verdadera fantasía para las personas nostálgicas.
El mejor outfit lo tuvo Roc Marciano; la energía más alta, Machine Girl y la mayor muestra de saber, conocer y ejecutar perfectamente lo que haces, Beth Gibbons.
Así cerró el segundo día principal de Pitchfork Music Festival CDMX y, si bien tuvo fallas organizacionales notorias e innecesarias antes del festival, no se nubla el mérito por arriesgarse a bookear a artistas que muy probablemente no visitarían el país.
A su vez es importante que en próximas ediciones no busquen deslindarse como festival sobre posibles incidentes hacia el público en general que pagó un boleto; cerveceros, limpieza, sanitarios, barra, cocinerxs que están al tanto de una de las necesidades básicas de todxs; reporterxs que dan difusión al festival antes, durante y después, ya que la mayoría de ellxs no recibe una paga monetaria por ello; seguridad que cuida y prevee cualquier anomalía, y en general cualquier persona que esté en el lugar, porque todxs ellos son quienes realmente hacen que pueda llevarse a cabo un festival.
