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Sivas en el GIFF 2015

Sivas en el GIFF 2015

Sivas: Peleando por la vida.

Una función de gala del GIFF fue dedicada al país invitado de este año: Turquía. En su honor, se exhibió el primer largometraje del novel director Kaan Müjdeci, intitulado Sivas, que en la vida real es una ciudad que existe en la región de Anatolia; pero en la película es el nombre de un can de raza kangal (propia de esos lugares) que es utilizado como perro de pelea en encuentros clandestinos.

El animal en cuestión es rescatado (tras un cruento combate) por Aslan, un niño que a pesar de su corta edad tiene un carácter firme y determinado y quien vive en una zona pobre del país, en un no muy óptimo ambiente, rodeado de un entorno que muchas veces le es hostil, sobre todo gracias a otro niño llamado Osman, que funge como su antagonista. Aslan aspira obtener el papel de príncipe en el montaje teatral del cuento de Blanca Nieves que se esta realizando en su escuela, ya que busca acercarse a la pequeña Ayse (que interpreta el rol principal en la obra), que le simpatiza y por la cual se siente atraído. Pero no lo consigue, y se tiene que conformar con ser uno de los enanos.

La llegada de Sivas le proporciona no solo a un apacible compañero, sino una inesperada herramienta que le permite socializar y acercarse a su interés amoroso, e inclusive se anima a enfrentarlo con el perro de Osman, al cual derrota. A partir de esa confrontación (y convencido por sus familiares), de forma gradual Aslan acepta que el can vuelva a ser empleado como perro de pelea, ya que con ello es posible que su familia obtenga un ingreso extra cada que se alza victorioso en combate.

El principal atractivo de esta cinta reside en su pareja protagónica, particularmente en Dogan Izci quien da vida al niño Aslan, y cuya interpretación deja boquiabierto al espectador por la fuerza interpretativa que posee a pesar de su corta edad. La relación particular que desarrolla con Sivas conmueve por la devoción y determinación que despliega para curar, conservar e inclusive defender al perro. Una relación que no está desprovista de cariño y cierta identificación entre ambos, ya que al final, ambos son seres que intentan sobrevivir en un mundo que no es fácil ni se porta amable con ellos, y por el contrario les obliga a pelear día con día para abrirse paso a través de él, sin nada más que su propia voluntad y fortaleza, cumpliendo así lo que parece ser un inexorable destino, del cual no se vislumbra escape alguno.