Peter Pan

Peter Pan en live action, ¿gustará o será ignorada?

Todos, o al menos la gran mayoría, conocemos la historia del niño que se niega a crecer y que vive toda clase de aventuras en el mágico país de Nunca Jamás, así que no es una sorpresa que, siguiendo con la moda de reinventar en el cine los cuentos y personajes con los que muchos hemos crecido, se haya elegido a Peter Pan para hacer una nueva película live-action sobre él y, en este caso, sobre sus orígenes.

Con su muy particular visión, apoyado en un colorido estilo visual, el director Joe Wright —cuyo trabajo ha sobresalido en cintas como Orgullo y prejuicio  y Expiación, deseo y pecado— cuenta cómo fue que Peter Pan llegó a Nunca Jamás, después de permanecer durante años en un orfanato en Inglaterra, para descubrir quiénes eran sus padres y cuál es su destino.

En su viaje, el niño eterno también se hace amigo de un joven, James Garfio, quien como ya se han de haber imaginado, se convertirá en su gran enemigo. También, Peter Pan se tendrá que enfrentar al malvado pirata Barbanegra, un sujeto que tiene un peculiar estilo de vestir, obsesionado con la eterna juventud y adicto al polvo de hadas.

La historia está bien pensada y el resultado es bastante bueno. Los personajes cumplen con funciones específicas, destacando al antagonista interpretado por un Hugh Jackman al que no le importa burlarse de sí mismo para ofrecer un villano ideal para una película de este tipo.

El guion se ve complementado por los detalles técnicos de la producción, siendo los efectos especiales, el diseño de arte y el vestuario los mejores, ya que son justamente los que te transportan directamente a Nunca Jamás, haciéndote parte de cada una de las secuencias que tienen lugar.

Peter Pan es una de esas películas que son para toda la familia y que cumplen con uno de los principales objetivos del cine, que es entretener. Además, si todo sale bien, se trata del inicio de una nueva saga cinematográfica en la que todavía hay muchas cosas por contar.