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Fecha de Caducidad

Fecha de Caducidad

27/Ago/2013

Fecha de Caducidad

Kenya Márquez

Damián Alcázar, Marisol Centeno, Ana Ofelia Murguía

México, 2011

Puerco Rosa Producciones

El primer largometraje de Kenya Márquez (El Secreto de CanditaLa Mesa Servida) llega al final de un sinuoso recorrido tras estrenarse en cartelera comercial después de gestarse como corto (Señas Particulares, 2007) volverse largo en el 2011 y girar por diferentes festivales en el 2012.

Producida por la Secretaría de Promoción Económica de Jalisco, la U. de G. y el Municipio de Guadalajara, entre otros; Fecha de Caducidad fue filmada en Guadalajara, lo cual le otorga un sabor muy tapatío. La directora jalisciense desarrolló la trama presentada en Señas Particulares de manera que ahora son tres versiones de la misma historia, desde un particular punto de vista cada una, convergiendo las tres al final. Cada capa, o versión, resuelve las dudas de la que le precede.

Doña Ramona (Ofelia Murguía) vive una vida solitaria con su hijo Osvaldo (Lalo España), quien un día desaparece misteriosamente y es ella quien se da a la tarea de averiguar su paradero. Pronto sus sospechas recaen sobre Genaro (Damián Alcázar), un pepenador y "veme-y-trae" de los forenses que tampoco se ayuda a si mismo con su ingenuidad y su apariencia; un ejercicio de la directora acerca del paradigma 'como te ven, te tratan'.

Las suspicacias de Doña Ramona son maximizadas por la secretaria de los forenses: Milagros (Martha Aura), quien mete en la cabeza de la señora todo tipo de ideas descabelladas. Cuando se muda al departamento de a lado la joven prófuga Mariana (Marisol Centeno), Doña Ramona encontrará la manera de insertarla en la trama como personaje principal y añadir a este relato de humor negro una perspectiva más.

Es difícil congraciarse con el desaparecido cuando la única escena que protagoniza lo caracteriza como un vil patán, dejándose cortar las uñas de los pies por su “jefecita” mientras come chicharrones, toma de su caguama y le llama “estúpida” a su propia madre. Al otro estelar masculino tampoco le va muy bien; un ambulante manojo de ineptitud y asco. A final de cuentas, el punto principal que Márquez quiere comunicar es el amor infalible, casi obsesivo, de una madre; y satirizar, de una manera ingeniosa, a la sociedad de este país.