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De paseo con Moliere

De paseo con Moliere

25/Sep/2013

Como parte del 17º Tour de Cine Francés, se exhibió en la Cineteca Nacional Paseando con Moliére (Alceste á Bicyclette, 2013), escrita y dirigida por Philippe Le Guay; cinta que reinterpreta temas paralelos a la obra teatral El Misántropo de Jean-Baptiste Poquelin, mejor conocido como Moliére.

El título en español puede que sea un tanto desinformativo para el público, es mejor referente el original en francés que hace alusión a Alceste, personaje principal de la obra del siglo XVII y que comparte con los personajes de esta película ciertas opiniones sobre la irremediablemente mezquina naturaleza humana como la superficialidad, la hipocresía y otros rituales banales tan bien explicados por Carreño en su manual.

Serge Tanneur (Fabrice Luchini, co-escritor del guión) es un retirado actor que vive  de manera modesta en la Ile de Ré; renunció a los frutos de su éxito actoral justo en el apogeo de su carrera, de ahí la contradicción de sus malestares financieros, sin embargo,posee una casa en la cotizada isla, que al parecer son como los Hamptons franceses. Serge recibe la visita de un antiguo colega, Gauthier Valence (Lambert Wilson), establecida estrella de TV, reconocido en la calle por su rol de Dr. Morange; un talentoso cirujano tipo Dr. House. Gauthier pretende rescatar a su amigo del exilio incitándolo con el papel principal de El Misántropo, el dúo se propone ensayar una semana en privado, y es durante ese tiempo que Tanneur se da cuenta de que a su vida le hacía falta el condimento que le da sabor: la amistad. Entra en escena el personaje interesante de una viuda italiana, Francesca (Maya Sansa), quien atrae a Serge de manera similar a como la irreverente Céliméne lo hace con Alceste en la obra de Moliére.

El atractivo principal es ver trabajar juntos a Luchini y Wilson, veteranos actores que cuentan con amplia experiencia en teatro, se retan y alimentan sus habilidades histriónicas con tal destreza que me atrevería a faltarles el respeto y suponer que gran parte del diálogo parece improvisado; falta de respeto porque precisamente vemos en pantalla como Gauthier y Serge ensayan meticulosamente cada escena de El Misántropo una y otra vez, puliendo cada gesto y entonación hasta que queda perfecta. Sería como si no hubiera aprendido nada. Luchini y Wilson, Gauthier y Serge; dominan su arte de tal manera que parece fácil.