La hoja que vuela cada vez más lejos

El oriente, tierra de rostros diferentes, lejana para muchos pero más para las bandas que con su música tal vez lleguen a los oídos pero contadas veces a los escenarios de países como China y Japón, territorios alcanzados por The Album Leaf, cuyo testimonio titulado Beyond There podremos ver muy pronto en línea, donde actualmente todo es más fácil de conseguir.

“It’s something wrong every night”, dice en una parte de esta travesía Jimmy LaValle mientras sacude el cansancio de sus ojos; la mente de la hoja que flota también es un ser humano que se cansa y se estresa, pero que también vive de la ilusión de hacer lo que más le gusta y que tal vez nunca imaginó presentar abriéndose camino entre la neblina en Shangai.

Once años después de su primera visita, la banda relata en este documental dividido en 2 partes su regreso a Japón en este tour de force que hace poco los trajo al Lunario del Auditorio Nacional. El mismo show y montaje que fue apreciado en nuestras tierras es el que se presenta en fragmentos y canciones completas durante el filme que denota el sentimiento que producen las notas de este ensamble: diferentes culturas entrelazadas por las melodías y la pasión interpretativa, los rostros de ojos rasgados que muestran el encanto, las cabezas que se mueven, las miradas que se pierden, las mentes que aprecian con atención.

Las personas que imaginaban a sus músicos favoritos distantes son las mismas que conviven con ellos, se toman fotos, reciben autógrafos, agradecidos sonríen y platican después de haber sido complacidos con la visita de esta hoja que levantó el vuelo por la muralla China, las calles de Tokio y hasta donde los lleve el viento.

La intimidad se hace manifiesta en los momentos que hacen soundcheck, atienden entrevistas y conviven; alegrías musicalizadas por Journey y el mensaje de nunca dejar de creer en lo que uno hace. Un documental en blanco y negro, breve pero conciso, con la música completamente creada por la banda, paisajes evocadores de cada lugar visitado, las calles y las personas, los aeropuertos y las pláticas, la labor de conectar un cable hasta colgarse la guitarra y dejarlo todo en el escenario, las pequeñas guaridas, los hoteles discretos, el glamour inexistente del que se tiene idea de una banda en tour, simples mortales que aman lo que hacen más allá de lo que puedan obtener a cambio.

Queda de manifiesto la maravillosa fuerza creativa de esta banda que no necesita de una gran maquinaria o producción para llevar su música tan lejos como les sea posible.