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Los Wookies dieron el banderazo de salida en el maratón que fue el cuarto día de conciertos en el Nicho de la Música de Cumbre Tajín. El dúo inició su tocada con “Patrick Millah”, nueva rola que hace homenaje a la música high energy. También aprovecharon para estrenar nuevo vestuario: unas batas doradas inspiradas en los faraones.
La respuesta del público fue inmediata y correspondieron a los ritmos de los Wookies mientras en las pantallas se proyectaba por momentos el nombre de la banda en letras amarillas o unas calacas.
Tras estos peculiares personajes fue el turno de Samantha Ronson, quien portó unos audífonos rosas que combinaban con el color de la funda del celular con el que tomó más de una foto a la audiencia. Su setlist estuvo conformado por rolas muy comerciales como “Blurred Lines” y “Get Lucky”, aunque también mezcló canciones clásicas como “Ain't No Mountain High Enough” y varios éxitos de Michael Jackson”.
Además de beber whiskey directo de la botella durante toda su presentación, Samantha mostró ser fan de Beyoncé, pues tocó más de una rola suya. Su interacción con el público no destacó, aunque los invitaba a cantar y les aventó un par de pelotas de hule. No es la reina del carisma y su set se salvó gracias a hits como “Move bitch” de Ludacris, “Lose Yourself” de Eminem y sampleos de “Satisfaction” de los Stones.
A Ronson la siguió The Crystal Method, que puso la nota de dubstep a la noche. Uno de los momentos más prendidos fue con “Clint Eastwood”, tema original de Gorillaz, aunque su bailarina también se llevó varios aplausos cuando cachondeó con un aro hula hula vestida con un leotardo muy ajustado.
La música fue buena y la interacción con la gente también, sin embargo, el público, conformado por jóvenes con ropa fluorescente y gorras con leyendas como “YOLO” y “Sorry Mom” buscaba algo más y antes de que acabaran comenzaron a gritar “¡Nervo!, ¡Nervo!”, señal para que The Crystal Method se despidiera con un “Gracias por traernos, ¡viva México!”.
Con una audienica que antes de aparecer ya las aclamaba, Nervo conquistó el escenario y tuvo lo que ellas mismas llamaron “la mejor tocada de su vida”; ambas derrocharon energía e hicieron que Tajín se pusiera a sus pies. El amor fue mutuo pues las Djs no pararon de repetir frases como “los amamos México”.
Uno de los mejores momentos fue cuando hicieron que todos los presentes repitieran un himno que rezaba “yo no quiero agua, yo quiero bebida”. Entre las rolas que mezclaron estuvo “Are You Ready For This”, y “When You Were Young” de The Killers, y al igual que Ronson, tocaron la muy aceptada “I Love It” de Icona Pop.
El público estaba más que prendido cuando fue el turno del holandés Afrojack, quien se comunicó mucho con la gente pero sólo repetía “¿Están listos?”, frase que a la larga se volvió tediosa; aún así puso a todos a bailar y los invitó a convertir esa noche en la fiesta más grande de México.
Su producción fue la más espectacular, con los visuales más elaborados y mucha lluvia de confeti metálico. La estrella en la frente se la llevó
al final, cuando agradeció al público y caminó por debajo del escenario.