El buen trip está en rodearte de la música que amas.
Hipnosis abrió el portal y el trip inició. Esta es la primera ocasión en la que el festival cuenta con dos días de música, y para ello, las fechas elegidas fueron las de las visitas de las ánimas en México: el 1 y 2 de noviembre.
Desde el inicio del festival se notaba la vibra espectral. La gente comenzó a llegar con disfraces de películas de terror y maquillaje de calaveras. Y es que, en la tradición mexicana, estos dos días representan la unión con los difuntos, y esto fue entendido, e incluso respetado, por los músicos en el escenario, quienes en su mayoría eran extranjeros con un profundo aprecio por nuestro país y su cultura.
Algo que los fans agradecen del festival Hipnosis es su escenario gemelo. Se trata de dos escenarios montados en un mismo punto: mientras en uno toca una banda, en el otro se prepara todo lo técnico para el siguiente acto. De esta forma, la música nunca para; la fiesta nunca se detiene. Además, no es necesario desplazarse o correr hacia otro escenario: todo sucede en un mismo lugar agradable, con pasto, zona de comida cercana y gradas de acceso libre para mayor comodidad.
Mirror Revelations fue la banda encargada de arrancar la tarde de Hipnosis. Esta forma parte de las llamadas bandas de letras chiquitas del cartel, talentos que año tras año demuestran en Hipnosis que el talento local merece atención internacional. La banda mexicana ofreció un set tan disruptivo que casi no hubo palabras de interacción con el público, pero siempre estuvo presente su mensaje más leal: hay cosas que no se pueden evitar y que, aunque uno quiera resistirse, la música te obliga. Si algo te afecta y está afectando a muchísimas personas, ¿por qué no llevarlo a la música?.
Para DVTR parecía complejo enfrentarse al escenario: el dúo canadiense salió únicamente con guitarra y micrófono, lo que hacía parecer que le faltaba algo a su set, el cual reemplazó a la banda californiana Dummy. Sin embargo, al comenzar la segunda canción, la vibra cambió completamente y captaron toda la atención del público, que apenas comenzaba a acumularse frente a los escenarios.
DVTR, al igual que Mirror Revelations y otras bandas, caminaron durante la tarde y noche por el festival Hipnosis conviviendo con fans y amigos. Parte de la magia de Hipnosis es que estos artistas son mucho más cercanos al público que en cualquier otro festival, donde las jerarquías están muy marcadas y los accesos son limitados.
La tarde continuó con Population II, Utro y Skinshape. Bajo un sol que poco a poco se ocultaba para dar paso a la oscuridad, este bloque musical fue una montaña rusa de emociones. Y es que se trataba de ver en el escenario a los nominados al Premio Polaris de Música 2024, a la agrupación alterna de Motorama y al multiinstrumentista y leyenda británica William Dorey.
Al caer la noche subió al escenario Geordie Greep. Después de una mágica prefiesta Hipnosis en el Foro Indie Rocks!, donde se presentó junto a DVTR y otras bandas, llegó ante un público ansioso por conocer en vivo la locura de su música. Al comenzar su set, un reloj gigante proyectado en la pantalla de los visuales marcaba la hora, los minutos y los segundos del tiempo real que compartían todos los asistentes del festival. Esto puede tener distintas interpretaciones, pero la más mencionada fue que el músico inglés buscaba hacer consciente a su público del momento que estaban viviendo. Ver la hora, de alguna forma, da sentido a nuestras acciones porque demuestra que las cosas avanzan, transcurren, y que todo principio tiene un fin. Mientras Geordie Greep ofrecía un set impecable y psicodélico, algunas personas del público alzaron sus celulares mostrando videos de Super Mario Kart, haciendo referencia a que la música que escuchaban bien podría ser la banda sonora de ese videojuego.
Lo que pasa con Hipnosis es que ya es el festival alternativo independiente por excelencia. Su magia está en que logra traer a bandas que no encajan en otros festivales. En este sentido, Hipnosis abre un abanico de oferta cultural en un nicho que había sido olvidado por el mainstream.
La noche continuó con Panchiko y Japanese Breakfast, quienes subieron al escenario disfrazados, al igual que el público que los observaba, grababa y coreaba sus canciones. En el escenario, Michelle Zauner apareció vestida de Kiki, protagonista de la aclamada película de 1989 escrita, producida y dirigida por Hayao Miyazaki: Kiki’s Delivery Service. Este disfraz no fue casualidad: Kiki, dentro de la película, es una niña que debe dejar su lugar de origen y conseguir trabajo en una nueva ciudad para poder forjar su camino y cuidarse a sí misma y a su gato. Definitivamente, Kiki es uno de los personajes más admirables de Hayao Miyazaki, y Michelle Zauner le dio una nueva identidad musical a su historia.
Por primera vez en México, desde sus orígenes a finales de los años ochenta, Pavement se presentó ante un público ansioso por escuchar su música en vivo. Este fue el acto que unió a públicos de todas las edades. La euforia fue total cuando sonó “Harness Your Hopes”.
Acto seguido, Molchat Doma se apoderó de la noche. Es increíble imaginar cómo un grupo de un lugar tan lejano y diferente a México conectó de manera tan poderosa con este público. Aunque aquí los días son coloridos, soleados y llenos de energía, los mexicanos abrazan el post punk ruso como ningún otro público.
Finalmente, la noche cerró con The Horrors, la banda británica que comentó estar alegre por cerrar y coronar la noche de sábado del festival Hipnosis. Con un set que recorrió toda su discografía, Faris Badwan hizo un performance esquizofrénico en el escenario: luchaba con fantasmas imaginarios y movía su cuerpo fusionándose con el humo del escenario en el que se perdía su figura.
En Hipnosis hay proyectos que han luchado por existir con nuevas alineaciones y diferentes géneros musicales. Es un festival que cree en las bandas de su curaduría. Hipnosis encontró su público, y su público siempre será Hipnosis. A pesar de ser relativamente nuevo, este paso a convertirse en un festival de dos días es un gran acierto. Las personas siguen creciendo junto a Hipnosis, y más públicos se suman año con año. Esta edición es la continuación lógica del festival de música independiente y alternativa más grande e importante de la Ciudad de México.
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